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Cuatro razones por las que debes predicar Colosenses
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Cuatro razones por las que debes predicar Colosenses

«La lucha es real». Quizás has escuchado esa frase. Se usa para expresar la dificultad de una carga oculta. También se usa a veces irónicamente para destacar «problemas del primer mundo». Cuando se trata de nuestro trabajo como predicadores, la lucha es real. Decimos con Pablo: «Quiero que sepan qué gran lucha tengo por ustedes» (2:1). Como Pablo, las cargas nos agobian: falsos maestros con sus argumentos que suenan convincentes; continuos problemas como la inmoralidad sexual y las calumnias; prójimos en necesidad del Evangelio. La carta de Pablo a los Colosenses es realista sobre este «trabajo» (1:29), aunque optimista sobre la verdad del Evangelio: «De esta esperanza ustedes oyeron antes en la palabra de verdad, el evangelio que ha llegado hasta ustedes. Así como en todo el mundo está dando fruto constantemente y creciendo» (1:5-6). Nuestras iglesias son prueba de que el Evangelio de Dios salva. Nuestras luchas son una prueba de que no ha parado de crecer. El optimismo de Pablo centrado en el Evangelio es una razón por la que escogí predicar Colosenses en mi primer año como pastor predicador. ¿Por qué debes predicar el libro de Colosenses? Permitamos que el libro responda esa pregunta. A continuación, comparto cuatro razones por las que debes predicar Colosenses, cada una derivada de la estructura del libro.
1. Colosenses nos llena de Cristo para una vida fructífera
Seguro que estás familiarizado con la alta cristología de Colosenses 1. Jesús, «el primogénito de toda creación», preeminente sobre todas las cosas visibles e invisibles, es también «el primogénito entre los muertos» (1:15, 20). Él es preeminente sobre su nueva creación naciente en la iglesia, un pueblo reconciliado consigo mismo «por medio de la sangre de su cruz» (1:20). Lo que podría no ser tan obvio es cómo funciona esta poética proclamación de Cristo en el primer capítulo de la carta de Pablo. Pablo está llenando a sus lectores de Cristo. Así es cómo él oró los versículos previos: «que sean llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual». ¿Por qué? Para que podamos andar «como es digno del Señor, haciendo en todo, lo que le agrada» (1:9-10). ¿Dónde encontramos esto? Lo encontramos en «Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento» (2:2-3). Una vez que veas el tema de la plenitud, no puedes dejar de verlo. Sin duda, «Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él, y ustedes han sido hechos completos en Él» (2:9-10). Al haber encontrado este tesoro, crecemos en «plena seguridad» y «comprensión» de todo lo que tenemos en Cristo (2:2). Entonces, a medida que crecemos en plenitud, también crecemos en fruto. La plenitud es la mayor preocupación de Pablo en esta carta. También revela la preocupación pastoral de Pablo por la iglesia, que se explicita en el segundo capítulo.
2. Colosenses nos arma contra los jueces espirituales autoproclamados
¿Por qué el tema repetido de la plenitud? «Esto lo digo», escribe Pablo, «para que nadie los engañe con razonamientos persuasivos» (2:4). Algunos discutían que Cristo es bueno, pero no lo suficiente. Según el contexto donde estés, uno o unos pocos de estos razonamientos sonarán sorprendentemente familiares. El primero exige la observancia de los días del Antiguo Testamento y de las leyes alimenticias, pero entender mal el Antiguo Testamento provoca que la venida de Cristo sea irrelevante (2:16-17). El segundo enfatiza las revelaciones angelicales y la adoración celestial elevada. En el proceso, niega la verdadera fuente de vitalidad y madurez del cuerpo (2:18-19). El tercero, sostiene una religión extra pura, con normas como: «no manipules, no gustes, no toques» (2:21). No obstante, esa es una manera mundana y meramente humana de lidiar con el problema (2:8, 22); tampoco funciona (2:23). Estas enseñanzas, como bien sabrás, crean juicios y declaraciones de descalificación espiritual. Esta atmósfera provoca que la iglesia se ocupe de la aprobación y el placer de meros hombres. Tal ambiente presionado por el grupo es tóxico. La iglesia en Colosas fue amenazada con mundanerías disfrazadas de religión mega bíblica, súper espiritual y extra pura. No obstante, ¿qué podríamos estar perdiendo si tenemos a Cristo? ¡Nada, sin duda! Ese es el argumento de Pablo a medida que aborda estos engaños. Cristo es para nosotros la plenitud de la presencia de Dios (2:9-10), nuestra completa nueva vida (2:11-12), la remoción completa de nuestros pecados (2:13-14), y nuestro triunfo total sobre Satanás (2:15). Cristo es nada si es que Él no es suficiente. Colosenses 2 arma a tu congregación contra los autoproclamados jueces espirituales. Entonces, te podrías preguntar: ¿acaso razonar que Cristo es todo lo que necesitamos puede llevar a una moral en donde cada quien hace lo que quiere? Por supuesto que no, y Pablo nos muestra cómo Cristo nos transforma en el capítulo 3.
3. Colosenses muestra cómo la unión con Cristo da forma a todo en la vida
En Colosenses 1, Pablo escribe: «A Él nosotros proclamamos, amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo» (1:28). Si el capítulo 2 proclama a Cristo mediante una «advertencia», entonces el capítulo 3 proclama a Cristo «enseñando» (1:28). Si las normas y las regulaciones no funcionan para vida cristiana fundamental, entonces, ¿qué sí funciona? El gobierno y el reinado de Jesús, que tiene dominio sobre quienes están unidos a Él. Él es el primogénito de los muertos y hemos sido resucitados con Él (3:1). Incluso ahora estamos escondidos con Él, y cuando Él regrese nos manifestaremos gloriosamente con Él (3:3-4). ¿Dónde se encuentra el poder para lidiar con nuestro enojo, para crecer en nuestra compasión, para disuadir nuestra inmoralidad sexual, para amar a nuestras esposas, para criar a nuestros hijos sin provocarlos? Está justo ahí: unidos a Jesús, podemos alejar lo que es terrenal porque buscamos «las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios» (3:1). A través de «salmos, himnos y canciones espirituales», nos enseñamos mutuamente sobre Cristo y la Palabra de Cristo mora en nosotros. Esto significa que una manera crucial en la que crecemos en la «plena seguridad» de Cristo es yendo a la iglesia. No te limites solo a leer tu Biblia. Escucha a tus hermanos y hermanas cantar y hablarte la Biblia. Predica Colosenses 3 y tendrás el privilegio de predicar todo eso. Una última razón para predicar el libro de Colosenses emerge de un tema que sostiene a todo el libro, que se extiende desde el primer verso hasta el último capítulo.
4. Colosenses nos llena de agradecimiento y oración
Una iglesia llena de jueces espirituales autoproclamados batallará con ser agradecida. Estará demasiado ocupada preocupándose por las opiniones del hombre como para disfrutar a Dios. La estrategia de Pablo para despertar el agradecimiento es muy sabia. Él modela una oración de agradecimiento cuando comienza: «Damos gracias a Dios… orando siempre por ustedes» (1:3). Él ora para que ellos «[den] gracias al Padre que nos ha capacitado» para salvación (1:12). Él define la madurez cristiana como una vida «rebosando de gratitud» (2:6-7). Solo entonces él entrega el mandato: «Perseveren en la oración, velando en ella con acción de gracias» (4:2). Sin duda, «todo lo que hagan, de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre» (3:16-17). El agradecimiento es el desbordamiento de la plenitud en Cristo. Cuando predicamos Colosenses, la estrategia de Pablo para despertar a esta iglesia al agradecimiento se hace nuestra. El agradecimiento suena fácil. No obstante, sabemos que este es la verdadera lucha del ministerio. Afortunadamente las cadenas de prisión y los molestos legalistas solo tienen cierto poder. Y, afortunadamente, mientras luchamos, lo hacemos «esforzándo[nos] según su poder que obra poderosamente» en nosotros (1:29). Ese recordatorio es otra razón para predicar esta carta.

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Este recurso fue publicado originalmente en 9Marks.