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Reseña: 7 mitos sobre la soltería
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Reseña: 7 mitos sobre la soltería

Pese a los varios recursos que han aparecido en los últimos años que examinan la sexualidad y el género desde una perspectiva bíblica, muchos cristianos aún funcionan bajo suposiciones no bíblicas sobre la soltería y el matrimonio. Indudablemente, el matrimonio y la familia están bajo ataque en la cultura occidental. Muchos líderes y pastores cristianos defienden correctamente estas instituciones y deben enseñarles a sus congregaciones a honrarlas (Heb 13:4). Sin embargo, a veces, los líderes y los predicadores que han enfatizado las glorias y las virtudes del matrimonio también han provocado, sin intención, que los solteros se pregunten si es que son ciudadanos de segunda clase en el Reino de Dios. ¿Hay un lugar para que los solteros sean reconocidos como miembros reales y completos de la comunidad de la iglesia? La respuesta es sí, pero según Sam Allberry, primero necesitamos desacreditar algunos mitos.

Mitos sobre la soltería

En su libro, 7 mitos sobre la soltería, Allberry identifica siete mitos sobre la soltería que los evangélicos creen comúnmente. A medida que los aborda, resalta repetidamente el énfasis de la Escritura en las sorprendentes bendiciones de la soltería (los mitos de que la soltería es demasiado difícil, que requiere un llamado especial, que significa cero intimidad, que significa renunciar a la familia, que dificulta el ministerio, que desperdicia tu sexualidad) y les recuerda a los lectores las dificultades relacionadas a ella (el mito de que la soltería es fácil). Sin embargo, ¿por qué se le ha hecho tan difícil a la iglesia defender la virtud tanto del matrimonio como de la soltería? Allberry escribe:
A lo largo de la historia de la iglesia, el péndulo ha oscilado a un lado o al otro en cuanto a cuál de los dos es más meritorio, si el matrimonio o la soltería. Hoy no cabe duda de dónde nos encontramos: tenemos una enorme tendencia a subestimar la soltería bíblica en la iglesia y en la cultura en general. Así que, gran parte de las medidas correctivas suponen mostrar cómo la soltería no es tan espantosa como solemos pensar.
Esta correctiva bíblica es exactamente lo que Allberry ofrece. La soltería, él sostiene, no es contraria a ser fructíferos en el ministerio, a la intimidad en las relaciones o a la gloria del Evangelio. Al contrario, los solteros pueden ser un tremendo beneficio para el cuerpo de Cristo, tanto teológica como prácticamente. Como aprendemos en Efesios 5, el matrimonio sirve como una gloriosa imagen de la relación entre Cristo y su iglesia. No obstante, esto no significa que esa verdad del Evangelio se confíe solo a aquellos que tienen un cónyuge. Allberry muestra que la soltería sirve como un glorioso recordatorio de que el matrimonio terrenal no es supremo: nuestra identidad en Cristo sí lo es. Los solteros entregan un recordatorio constante de que todos estamos esperando el gran día de la boda cuando nuestro Novio Celestial reciba a la novia que Él compró. Como declara Allberry: «Es bueno para los miembros de la iglesia ver ejemplos de soltería concentrada en el evangelio, así como también matrimonios concentrados en el evangelio». La soltería no solo apunta a una promesa futura de una unión con Cristo hecha realidad completamente, sino que también resalta el regalo de la comunidad que Dios nos ha dado en la iglesia. En el nuevo pacto, el pueblo de Dios es hecho parte de una familia espiritual. En esta familia, los solteros pueden dar a luz hijos espirituales por medio del evangelismo y el discipulado, y la comunidad de la iglesia también provee de las relaciones familiares para las cuales Dios nos creó. Cuando la iglesia funciona como Dios lo dispuso, los solteros darán mucho fruto y los solitarios encontrarán un hogar (Sal 68:6). Esta gloriosa imagen de la iglesia viene con un desafío: ¿serán nuestras iglesias el tipo de familia en la que los solteros se sentirán bienvenidos y el que está solo encontrará una comunidad? Estos principios teológicos de la soltería no son solo hipotéticos para Allberry. Al ponerse a sí mismo como ejemplo al igual que al apóstol Pablo, él ilustra que la soltería puede permitir más libertad y flexibilidad para servir a la iglesia. Por ejemplo, los miembros solteros podrían ayudar a alguien en necesidad de manera más inmediata, podrían ofrecer perspectivas neutrales sobre asuntos familiares o podrían viajar más fácilmente por causa del ministerio. En el capítulo final, Allberry se abre humildemente respecto a algunas de las dificultades de la soltería. Aunque su descripción no es exhaustiva, permite que el lector entre en algunas de las difíciles y dolorosas realidades que los solteros soportan. Su transparencia y honestidad es loable e instructiva. Como se nos dice en Proverbios 13:12: «La esperanza que se demora enferma el corazón [...]», y muchos solteros en nuestras iglesias sienten que su esperanza de matrimonio ha sido desmoronada permanentemente. Al ayudar a sus lectores a entender las complejidades de la soltería, Allberry equipa a los solteros para sentirse menos solos y a los casados para gozarse y llorar más misericordiosamente con sus hermanos y hermanas solteros.

Mantener el equilibrio

Como Allberry declara claramente, su objetivo es hacer frente a las suposiciones erróneas que han devaluado la soltería en la iglesia al resaltar que la soltería transmite el Evangelio y las oportunidades únicas que los solteros tienen para servir a la iglesia. Él reconoce desde el comienzo del libro que la soltería vivida para la gloria de Dios es un llamado loable e incluso glorioso. Sin embargo, él también advierte que la soltería vivida por intereses con fines egoístas es bastante opuesta. De hecho, mi única objeción respecto al libro es que me hubiese gustado que Allberry hubiese desarrollado más este punto. Dado nuestro clima cultural que celebra el egocentrismo y la autonomía, Allberry podría haber ayudado a los solteros a evaluar si es que están escogiendo la soltería para la gloria de Dios o para sus propios intereses egoístas.

La bondad de Dios

Alabar la virtud tanto del matrimonio como de la soltería puede ser un complicado acto de equilibrio. Pero, como Allberry muestra, algo aún más profundo se encuentra detrás tanto del matrimonio como de la soltería:
Cuando empecé este proyecto, mi objetivo inicial era escribir sobre las bondades de la soltería [...]. Pero en medio de todo, cada vez he estado más absorto en algo: no en las bondades de la soltería, sino en la bondad de Dios. El tema no es si este o aquel camino es mejor; si la soltería o el matrimonio pueden traerme más cosas buenas. El tema es Dios, y si me sumergiré en Él y confiaré en Él cada día.
Finalmente, nuestro estado civil es infinitamente menos importante que el estado de nuestras almas. Las pruebas de la soltería son profundas, así como las oportunidades que ella proporciona; lo mismo es cierto del matrimonio. Sin embargo, a medida que cada persona lleva la vida que Dios le ha asignado (1Co 7:17), recordemos que lo que tenemos en común sobrepasa con creces nuestras diferencias. El mayor mito que cualquiera de nosotros podría enfrentar es que la bondad de Dios se agotará un día. Y sabemos que eso nunca ocurrirá.

7 mitos sobre la soltería. Sam Allberry. B&H Español, 192 páginas.

Esta reseña fue publicada originalmente en 9Marks.