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Photo of ¿Estoy sirviendo a otros con la forma en que publico mis fotos?
¿Estoy sirviendo a otros con la forma en que publico mis fotos?
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¿Estoy sirviendo a otros con la forma en que publico mis fotos?

He visto mi canal de Instagram cambiar lentamente de publicar experiencias seudoartísticas de la vida a publicar principalmente fotografías de mis hijos. Recuerdo que un día pensé, antes de tener hijos: «¡¿Acaso ellos» —refiriéndome exactamente a personas como yo ahora: los padres— «no tienen nada mejor que publicar?!». Creo que la respuesta es sí y no. La verdad es que la galería de fotografías de mi teléfono tiene cientos de fotos de mis hijos haciendo cosas cotidianas comunes y corrientes, y la vida parece ser una nebulosa de comida, juegos y dormir. Me costaría encontrar una fotografía seudoartística en mi teléfono estos días. Los hijos se transforman en un pobre ídolo, y si como cristianos todo lo que tuviéramos que compartir es cuán grandiosa y memorable es la crianza o nuestros hijos, entonces no es de servicio ni para nosotros ni para otros. La pregunta real que debemos hacernos a medida que miramos nuestras cronologías en las redes es: «¿cómo sirvo a otros y comparto mi vida de una manera que sea edificante para los demás?». Se verá diferente para cada persona, pero quisiera compartirles un poco de mi proceso de pensamiento. Primero debemos ser formados por la Palabra de Dios. Creo que un versículo clave es: «Todo es lícito, pero no todo es de provecho. Todo es lícito, pero no todo edifica» (1Co 10:23) [Énfasis de la autora]. Concluí que Facebook es donde las personas quieren seguir en contacto y ver noticias, por lo que decidí no compartir las fotografías de mis hijos ahí, ya que ver cientos de capturas de una familia feliz o tiernos bebés podría no estar siendo de servicio a los solteros o a las personas que están luchando con la infertilidad o la pérdida de un hijo. Sin embargo, comparto muchas de las fotos de mis hijos en Instagram porque siento que es opcional verlo (¡y algunas personas realmente disfrutan verlas!), no me ofende si personas siguen o dejan de seguir mi Instagram. Escoger usar una plataforma de red social para compartir las fotografías de tus hijos y no otra podría ser de servicio a la luz de la comunidad en la que Dios te ha puesto. Pensar más en imprimir las fotos también me ha ayudado a controlar lo que comparto en línea. He encontrado grandiosas aplicaciones para el teléfono como Touchnote. Este es un servicio a nivel mundial que convierte las fotos de tu teléfono en postales y las envía directamente por correo físico. A menudo se las envío a nuestros parientes que viven entre estados o en el extranjero. Hacer esto ha sido un buen reductor de velocidad mental porque si no me preocupara de convertir una fotografía en una postal para enviarla a quienes les encanta recibirlas, entonces, ¿la estoy compartiendo por Internet para genuinamente mantener al tanto a quienes son cercanos a nosotros en relación a nuestros hijos? También las imprimo para ponerlas en un diario mural que tenemos y para hacer álbumes, así las fotos no se pierden en Internet para siempre. Después de todo, ¿acaso no tomamos fotografías para registrar nuestros recuerdos para las futuras generaciones y para nuestros yo del futuro a fin de mirar atrás con alegría? ¡Las fotografías no fueron inventadas para obtener «me gusta»! He sido muy animada por los libros de Tony Reinke Hechizo Digital: 12 maneras en las que tu dispositivo te está cambiando y Competing Spectacles [La guerra de los espectáculos]. Él trabaja duro y hace una buena labor en conectar la Biblia con la realidad de las redes sociales y los teléfonos. Prepárate para una cirugía al alma; ¡son grandiosos! También puedes encontrar muy útil el libro de Lionel Windsor Gospel Speech Online [El discurso digital del Evangelio], especialmente si te sientes apretado de tiempo. Lo que he encontrado más útil es preguntarles a quienes me rodean sobre mi uso de las redes sociales. Le dije a una amiga hace dos semanas: «publiqué una foto de Hudson cuando tenía 10 meses, pero después me sentí mal al saber que estás luchando y te encuentras en la parte más complicada de la fertilización in vitro. Por favor, quiero que sepas que no fue algo que haya hecho intencionalmente para restregarlo en tu cara y si quieres que no publique este tipo de cosas o si quieres dejar de seguirme por un tiempo, cualquiera de las dos cosas, está bien». ¡Cuán maravillosamente misericordiosos ha hecho Dios a otros! Ella me dijo que era un deleite ver mi alegría en mis hijos; ella sabía que yo no daba por sentado tenerlos. Sin embargo, sentirse de otra manera habría sido válido y creo que estar dispuestos a cambiar tus maneras de hacer las cosas por el bien de tu santidad es donde todos queremos llegar. Después de todo, se nos dice: «Gócense con los que se gozan y lloren con los que lloran» (Ro 12:15). Las redes sociales pueden usarse para compartir cosas alegres y emotivas de la vida para el servicio de Dios y de otros. Y si has leído hasta aquí, entonces, ¡bien hecho! Es difícil encontrar el tiempo y la disciplina para pensar en cómo amar y servir ante todo a Dios y luego a otros. Finalmente, no existe un manual, pero sí hay sabiduría piadosa. Por favor, ten la confianza de compartir cómo esto se traduce para ti en acción y qué has encontrado útil, tanto como quien comparte como quien recibe lo compartido (sé que no he tocado temas de privacidad). Aún estoy en la fase de estudiante de este viaje y ¡me encantaría aprender de otros!
Reproducido de GoThereFor, publicado por Matthias Media. Propiedad literaria. Todos los derechos reservados. Usado con permiso.