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Peter Hess es pastor de la iglesia Christ Fellowship Church en Williamsburg, Virginia.

Nueve lecciones para pastores que están enfrentando conflicto en el liderazgo

Nueve lecciones para pastores que están enfrentando conflicto en el liderazgo
Después de dos años de plantar nuestra iglesia, enfrentamos nuestra primera gran crisis. Dos ancianos abandonaron la iglesia, pero no lo hicieron sin antes hacer graves acusaciones en mi contra, como pastor. De pronto, nuestra joven iglesia se había sumergido en aguas turbias, oscuras y agitadas de conflicto en el liderazgo. Como se podría esperar, la renuncia de esos dos ancianos llevó a una serie de reuniones muy difíciles con los miembros de la iglesia.
Pero Dios estaba con nosotros. Hubo muchas instancias en las que vimos su bondad, pero una en particular sobresalió. La mañana del domingo en la que se realizaría la reunión de miembros más difícil para mí, Dios envió a Rod y a su esposa Joy, que estaban vacacionando en el lugar, a visitar nuestra iglesia. Rod era un pastor, y justo el año anterior, él había atravesado un periodo sorprendentemente similar de conflicto en su iglesia. Se fueron dos ancianos; hubo acusaciones y conflicto. El ánimo y la sabiduría de Rod durante la semana que siguió fue gracia para mí, un joven pastor que apenas lucha con mantener su cabeza sobre el agua en un mar de conflicto. Joy ministró a mi esposa herida.
Hace poco, tuve la oportunidad de aconsejar a un pastor que estaba enfrentando un conflicto con el liderazgo de su iglesia, y recordé cuán frecuente es que las iglesias sufran aflicción.
El conflicto en la iglesia es duro; es aterrador, desorientador, confuso y dañino. Y toda iglesia pasa por él. Jesús habló de falsos profetas que vendrían de entre los discípulos (Mt 7:15-20). De la misma manera, Pablo advirtió a los ancianos de Éfeso que los lobos se levantarían de entre ellos y no perdonarían al rebaño (Hch 20:29-30). Enfrentarse a tales amenazas involucrará conflicto.
Luego están los desacuerdos menos siniestros, aunque muchas veces destructivos del tipo que tuvieron Pablo y Bernabé. Satanás usa esto para dañar a las iglesias. Los pastores necesitan estar alerta para hacer todo lo que puedan con el fin de evitar el conflicto en el liderazgo, pero también deben responder con sabiduría cuando se presente.
Después de mirar hacia atrás, les comparto nueve lecciones que saqué de la experiencia con el conflicto que tuvimos en nuestra iglesia.