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RESEÑA: EL LOTO Y LA CRUZ
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RESEÑA: EL LOTO Y LA CRUZ

¡Qué buen libro!  El loto y la cruz es uno de esos libros que, una vez que comienzas a leerlo, no lo sueltas hasta que lo terminas. Es imposible quedarse a mitad de camino: se trata de un texto entretenido y de fácil lectura gracias a la confluencia de varios factores; a saber: el autor, el tema, y el género literario. El autor —Ravi Zacharias— es, como dijo un amigo en otra reseña, «una enciclopedia humana». Es capaz de describir con precisión y fidelidad la cosmovisión oriental, con todas sus religiones y filosofías, y la cosmovisión cristiana, con todas sus variantes y escandalosas afirmaciones de exclusividad. Escrito bajo la forma de un diálogo entre Jesús y Buda (Gautama), se los presenta dando a conocer su visión y respuestas frente a un caso de la vida real (una joven llamada Priya). Ambientado en Oriente, el diálogo deja ver las profundas e irreconciliables diferencias entre Cristo y Buda. Esto, por cierto, es provocador, pues «una de las equivocaciones que las personas cometen es ver un pequeño punto de semejanza y olvidar el mundo de diferencias que hay detrás. Terminan dejando fuera el mosquito y tragándose el camello». Así, Jesús y Gautama van conversando sobre la diferencia en sus respuestas a la vida humana y sus fenómenos, como el sufrimiento, la salvación, la adoración a Dios, o aun la ausencia de un Dios —puesto que, según Gautama, su existencia es innecesaria—. Se trata de una diferencia radical, pero no debería causarnos sorpresa ya que, al final, «un sentido de adoración y temor reverente está inextricablemente tejido en la condición humana. Si no lo encuentran en espíritu y en verdad, lo encontrarán en la carne y en la falsedad». Muchas veces, frente a las declaraciones más radicales de Jesús —como aquella de que «no puedes llegar a ser justo mirando a lo profundo de tu ser y meditando»—, se nos vienen a la mente las ideas de la tolerancia y el respeto. El relativismo ha penetrado tan a fondo en nuestras mentes, que pensamos que «está bien, esa es su verdad». Pero lo cierto es que «no puedes reconstruir la realidad simplemente cambiando la fraseología . . . [ni] puedes sacrificar la verdad en el altar del respeto . . . respetar el derecho de otro a estar equivocado no quiere decir que la equivocación sea correcta». Los alcances del diálogo entre Jesús y Gautama en El loto y la cruz son tremendos. Oriente y Occidente conversan y responden a las inquietudes de nuestros corazones y mentes. ¡Este libro es un tesoro!

El loto y la cruz: Jesús habla con Buda. Ravi Zacharias. Editorial Vida, 94 páginas.

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RESEÑA: EL DIOS PRÓDIGO
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RESEÑA: EL DIOS PRÓDIGO

Ninguna historia es tan conocida y a la vez desconocida como el relato del «hijo pródigo». Muchos hemos escuchado del hijo que pide la parte de su herencia mientras el padre todavía está vivo para luego dejar la casa y malgastar aun su propia vida. Sin embargo, luego de ver su propia miseria, regresa arrepentido a su casa, donde el padre corre hacia él y lo perdona. Más allá de esto, la historia es popularmente desconocida. Por eso El Dios pródigo es uno de esos libros que se deberían leer y regalar a medio mundo. Siendo un «libro [que] está dirigido tanto a los curiosos y escépticos como a los practicantes de la fe», extrae todo su contenido con una increíble claridad y de manera muy práctica. En efecto, el mismo autor nos dice que sintió «como si hubiera descubierto el corazón del cristianismo» al comprender el verdadero sentido de esta parábola. En siete capítulos de agradable lectura, Tim Keller va desarrollando la historia en «actos» como una gran obra de teatro llena de ironías y situaciones totalmente inesperadas tanto hoy como ayer. Es un relato en el que «Jesús está diciendo que tanto el irreligioso como el religioso están perdidos espiritualmente, que estos dos caminos de vida son callejones sin salida, y que todas las ideas que hemos tenido los seres humanos sobre cómo conectarnos con Dios han sido equivocadas». Esto, sin duda, es desconcertante, pues en general nos enfocamos en el amor del padre para con el hijo malgastador. Sin embargo, el Pastor Keller escribe: «Si ese fuera el mensaje, Jesús habría terminado la narración en este punto. Pero no lo hizo, porque el mensaje no termina aquí . . . [A medida que el relato avanza,] muestra el alto costo de esa gracia y el verdadero clímax de la historia». Por eso el autor no sólo se fija en aspectos desconocidos del hijo menor —como su tremenda falta de respeto al desearle la muerte a su padre exigiéndole su cuota hereditaria mientras éste aún vive—, sino que además presenta al «hermano mayor», quien se queda junto al padre y «nunca ha desobedecido». Así, plantea Keller, «Jesús nos muestra que un hombre que prácticamente no ha violado ninguna de las normas de la lista de comportamientos morales puede estar tan perdido espiritualmente como la persona más libertina e inmoral. ¿Por qué? Porque el pecado no sólo consiste en violar las normas, sino en ponerse uno mismo en el lugar de Dios como Salvador, Señor y Juez, de la misma manera en que cada uno de los dos hijos de la parábola intentó suplantar la autoridad del padre durante su propia vida». Así sucede con el «hermano mayor». Sin embargo, «Al incluir un hermano mayor imperfecto en la historia, Jesús nos invita a imaginar y a desear a uno verdadero. Y lo tenemos». Mientras el hermano mayor del relato se quedó en casa y no salió en busca de su hermano menor, nuestro verdadero hermano mayor vino a buscarnos, sufrió y murió por nosotros, viviendo en carne propia los peores dolores que puede experimentar el ser humano. Por eso, Jesús, a diferencia del fundador de cualquier otra religión, ofrece esperanza para la vida humana cotidiana. Meditando en esta parábola tan reconocida, el autor nos muestra que «La fe en el evangelio reestructura nuestras motivaciones, nuestra comprensión de nosotros mismos, nuestra identidad y nuestra visión del mundo. Sin un cambio en el corazón, el cumplimiento de las normas será superficial y fugaz». Por eso, «si decimos: 'creo en Jesús' pero esto no afecta nuestra forma de vida, la respuesta no es que necesitamos sumarle un trabajo intenso a nuestra fe, sino que en verdad no hemos entendido o creído en Jesús». Me parece que ningún otro libro logra llegar tan al fondo de esta parábola como El Dios pródigo de Tim Keller. Si eres un escéptico y deseas entender qué es el cristianismo en esencia, o aun si eres un cristiano de años o nuevo, este es un libro que debes leer.

El Dios pródigo: recuperemos el corazón de la fe cristiana. Timothy Keller. Editorial Vida, 112 páginas.

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RESEÑA: SÓLO POR GRACIA
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RESEÑA: SÓLO POR GRACIA

Sólo por gracia es más que un breve libro. Es un viaje, un testimonio de una transición individual, personal, muy íntima, que hace el autor, en la cual va descubriendo y explicando el por qué (las razones de fondo) de su transición y hacia dónde irá. Ray Galea fue educado en una familia y cultura católica romana en la que «el ser católico no es tanto una decisión personal como un valor personal», o sea, «está más vinculado con pertenecer a una comunidad, una cultura, una historia, una familia». Puede que tú mismo seas uno de esos católicos cuyo «catolicismo está más relacionado con sus orígenes que con lo que creen» o profesan. De modo que podemos pensar desde ya que aventurarse en un viaje así, que implica cambiar de familia, cultura e historia, es un proceso doloroso y no fácil. «En verdad» —nos dice el autor— «cuando recién me convertí en seguidor de Cristo y me puse a analizar a fondo mi herencia católica, a cada momento me encontraba con dolorosas e inevitables contradicciones». Por eso este libro tiene dos hilos que forman un solo cordón: la historia de Ray Galea y las razones de su historia. Ambos son desarrollados en 8 capítulos breves y muy legibles, pues si bien aborda diferencias doctrinales profundas entre católicos y protestantes, no lo hace con un lenguaje técnico ni académico, sino en forma sencilla y comprensible. El corazón del libro, que va desde el capítulo 3 al 8, analiza y desarrolla las ideas que convencieron al autor al punto de decir que luego de «examinar en detalle las enseñanzas del catolicismo, llegué a la conclusión de que los reformadores protestantes tenían la razón». Si eres protestante, este libro puede ayudar a «que tu corazón se [vuelva] a llenar con el gozo de conocer a Dios a través del evangelio . . . y [a aclarar] cuáles son las diferencias entre el catolicismo romano y el cristianismo protestante . . . pero no a arrinconar a todo católico que encuentres desprevenido para atacarlo», porque hay que recordar que debemos predicar a Cristo crucificado (1 Co 2:2), y no un mensaje anticatólico. Pero si eres católico, este libro puede ser muy «revelador» y convertirse en un desafío, «un reto, no sólo en lo que respecta a las enseñanzas de tu iglesia, sino a las enseñanzas de la Biblia». Sin embargo, al comparar ambos credos, seas católico O protestante, recuerda bien: «básate en la palabra de Dios y analiza por ti mismo». Quizás el subtítulo del libro, igual de revelador que su contenido, te anime a conocer «la diferencia entre hazlo y ya está hecho». Es un libro que debes leer.

Sólo por gracia: la diferencia entre hazlo y ya está hecho. Ray Galea. Editorial Torrentes de Vida, 121 páginas.

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RESEÑA: LA VIDA CRUZCÉNTRICA

Cuando terminé de leer este breve pero emocionante libro, la primera frase que se me vino a la mente fue: «Lo esencial es invisible a los ojos»: esa famosa cita de El principito puede servir como resumen de La vida cruzcéntrica. Este es un libro enfocado en cristianos, y lo relevante no es si el lector lleva años o no en la fe, pues transmite un mensaje que tiende a ser olvidado. Muchas veces, como cristianos, nos vemos sumidos en múltiples actividades eclesiásticas, y nos hallamos ocupados «por la obra». Y así, lo esencial, que es el evangelio, se vuelve invisible a nuestros ojos. Sin embargo, «[no] se debe permitir que cualquier asunto, tema o causa desplace al evangelio de su legítimo lugar en el mismo centro de nuestra vida». En este librito de 7 capítulos breves, el autor lidia con 3 actitudes que pueden desviar nuestra atención de la cruz de Cristo: el legalismo, la culpabilidad y la contraposición entre lo que se siente y lo que es real. Cada tema es tratado con sencillez y estilo pastoral, pero no con superficialidad, lo cual se agradece mucho. Hacia el final del librito, el autor escribe 2 capítulos muy prácticos que nos ayudan a llevar una vida centrada en la cruz, donde se muestra lo beneficioso que es, por ejemplo, «memorizar el evangelio», especialmente para los tiempos de dificultad, pues «Dios quiere que pongamos sus promesas en nuestros corazones de modo que seamos capaces de sacarlas y recibir fortaleza de su verdad». Aunque es un libro de lectura rápida y fluida, nos confronta agudamente con la centralidad que la cruz de Cristo debe tener en nuestras vidas y la razón por la cual «el evangelio no es sólo para los incrédulos [sino] también para los cristianos».

La vida cruzcéntrica: lo principal de mantener el Evangelio. C.J. Mahaney. Editorial UNILIT, 103 páginas.

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RESEÑA: DIOSES FALSOS
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RESEÑA: DIOSES FALSOS

Timothy Keller es un renombrado Pastor presbiteriano en Nueva York y autor de varios excelentes libros. Dioses falsos es una de esas brillantes obras contemporáneas que se deberían leer —y varias veces—. Podríamos pensar que se basa únicamente en un contexto norteamericano, y sin embargo, es un libro con una profunda visión teológica de un mundo y una cultura occidental repleta de ídolos o dioses falsos. Dioses que nacen en el corazón del ser humano. Los amamos, los adoramos y les obedecemos, lo que salta a la vista cuando nos preguntamos: ¿Qué nos produce placer al imaginarlo? ¿A qué le tememos? ¿Con qué cosas somos inflexibles? El autor nos sorprende con su precisión cuando describe que generalmente «pensamos que los ídolos son cosas [claramente] malas, pero casi nunca las cosas son así . . . [Es más,] cualquier cosa se puede convertir en un dios falso; en especial las mejores entre todas las cosas de la vida». Y aunque tendemos a pensar que los ídolos o dioses falsos consisten en estatuas o imágenes frente a las que nos arrodillamos, en realidad «un dios falso es [más bien] algo tan central y esencial en nuestra vida, que si lo perdemos, apenas valdría la pena seguir viviendo». En el primer capítulo del libro, el autor desarrolla una idea bastante chocante al observar que «Nunca nos imaginamos siquiera que adquirir las cosas que más profundamente anhela nuestro corazón podría ser lo peor que nos podría suceder jamás». De esta forma, y meditando en la vida de Abraham, el Pastor Keller reflexiona que «A veces Dios parece estarnos matando, [pero] en realidad nos está salvando . . . [porque] . . . no nos damos cuenta de que Jesús es todo lo que necesitamos mientras Jesús no sea todo lo que tenemos». En el segundo capítulo del libro, titulado «El amor no es todo lo que usted necesita», Keller analiza nuestro obsesivo anhelo de sentirnos amados y necesitados. Mirando la historia de Jacob, Lea y Raquel, nos muestra cómo alguien que hace del amor romántico su razón de vivir termina viviendo como un esclavo de ese tipo de amor, hiriendo todo a su alrededor, debido a que, hoy como ayer, «Buscamos en las relaciones sexuales y el romance la trascendencia y el sentido de la vida que solíamos obtener de la fe en Dios». Existe una idea popular que curiosamente coincide con el título del tercer capítulo: «El dinero lo cambia todo». Es probable que no sepamos que adoramos el dinero. Keller plantea que esto es así porque «nos es especialmente difícil ver la codicia y la avaricia en nosotros mismos». Eso sucede debido a que «la codicia se esconde de su víctima. La manera de operar que tiene el dios del dinero comprende la ceguera de nuestro propio corazón». Le sorprendería saber que «Jesús advierte a las personas con mucha mayor frecuencia acerca de la codicia que acerca del sexo y, sin embargo, nadie piensa que es culpable de ella». Es más, para Jesús «la codicia no es sólo amor al dinero, sino también una ansiedad excesiva acerca de él». «Cuando [el dinero] se apodera del corazón de alguien, lo ciega con respecto a lo que está sucediendo, lo controla por medio de sus ansiedades y apetitos, y lo fuerza a ponerlo por delante de todas las demás cosas». Reflexionando sobre el encuentro de Jesús con Zaqueo, el autor sugiere que «[cuando] logremos captar el evangelio, el dinero no tendrá dominio sobre nosotros» pues «se trata de una cosa o la otra. O bien sirve a Dios, o bien cae en la esclavitud de las riquezas». El capítulo 4, «La seducción del éxito», es una sección de mucha profundidad y emotividad. Me parece que es un ídolo del que la Iglesia no está más libre que el resto de la gente. Tim Keller plantea que «La sociedad moderna ejerce una gran presión sobre las personas para que demuestren su valor por medio de sus logros personales. No basta con ser un buen ciudadano o un buen miembro de su familia. Es necesario ganar, situarse en la cima, demostrar que se es uno de los mejores». Además, el autor muestra con gran precisión cuáles son los síntomas y las consecuencias de tener o no al éxito como nuestro ídolo. Meditando en la vida de un general militar llamado Naamán (2 Reyes 5), el Pastor Keller escribe que «no escaparemos de nuestra idolatría del éxito sólo con reprendernos por ella». Estoy seguro de que se sorprenderá por la forma en que Tim Keller escribe, con gran acierto, sobre la voluntad o el deseo de poder. Nos dice que «Los ídolos del poder son ídolos profundos [y] . . . nos rodea[n] por todas partes». Escribe con gran habilidad sobre las ideologías políticas, y cómo éstas, muchas veces, moldean nuestra visión de nosotros mismos. Concluye: «El que alguien se convierta en su propio dios y viva para su propia gloria y poder es algo que lo conduce a la forma más bestial y cruel de conducta. El orgullo lo convierte en un depredador, no en una persona». ¡Pero ánimo! «El ejemplo y la gracia de Jesús sanan nuestra voluntad de poder». Es curioso que sólo algunos ídolos sean tan reconocibles e identificables para nosotros. Por eso, el autor se esmera en tratar los ídolos escondidos que nos pueden esclavizar. Son dioses falsos promovidos por la cultura —secular y cristiana—. Es impresionante leer que «Cuando un ídolo se apodera de nuestro corazón, fabrica todo un conjunto de definiciones falsas sobre el éxito y el fracaso, la felicidad y la tristeza. Define de nuevo la realidad en función de él mismo». El libro concluye con un excelente epílogo dirigido a hacernos captar que «la idolatría es siempre la razón por la que hacemos algo incorrecto». Cada capítulo desarrolla cómo reconocer y reemplazar los dioses falsos en nuestra vida. Mi oración es que todos cuantos lean este libro sean impactados por la claridad de la centralidad del evangelio de Dios, pues, al fin y al cabo, «Si usted arranca de raíz el ídolo pero no siembra el amor de Dios en su lugar, el ídolo volverá».

Dioses falsos: las huecas promesas del dinero, el sexo y el poder; y la única esperanza verdadera. Timothy Keller. Editorial Vida, 224 páginas.

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RESEÑA: SÍGUEME

Sígueme, es un libro que no puede estar mejor titulado: su contenido se condice 100% con su título. Es un libro muy sugerente. Crecí en una iglesia en la que las personas eran llamadas a «abrir su corazón e invitar a Jesús a entrar en sus vidas». Para ello, podían levantar la mano y repetir una oración. Yo mismo lo hice. Sin embargo, con el paso del tiempo mi vida seguía igual. Me preguntaba si era realmente salvo o no. De modo que repetí la oración con mayor sinceridad y congoja varias veces, pero nada pasaba. Así que, en el fondo, era un «creyente no convertido». Esto suena contradictorio, ¿no? Pero los demonios también creen, y tiemblan (Stg 2:19). Pues bien, en el primer capítulo del libro, Platt desarrolla esta idea de manera muy comprensible y clara. Algo que el Señor me hizo comprender con el tiempo es que «la gran invitación», como se titula el segundo capítulo del libro, proviene de Cristo mismo. Pretender que nosotros invitamos a Jesús a entrar a nuestras vidas tiene varios «defectos»; Platt nos muestra algunos de ellos para señalar que la invitación no es nuestra. Y no es nuestra, porque «no pudimos invitar a nuestros padres a ser parte de la familia». Es más, «Los muertos no invitan»: Somos incapaces de extender tal invitación porque, como dice la Biblia, estamos muertos en pecados. «Suponer que podemos hacer semejante invitación es no percibir la gravedad de nuestro pecado», dice Platt. Por eso, «necesitamos que algún otro, completamente fuera de uno, nos llame a la vida y nos permita vivir». Reconocer que la invitación viene de Cristo cambia la forma de ver las cosas, porque nos asombramos de quién nos hace la invitación: ¡Es el Rey! «Jesús no es algún insignificante maestro religioso que está suplicando la invitación de nadie. Él es el soberano Señor que merece la obediencia de todo el mundo». «Decidí hacer de Jesús mi Señor y Salvador personal» es otra frase común que dije y que aún escucho. Platt es muy provocativo al decirnos, en el capítulo 4 del libro, «No haga de Jesús su Señor y Salvador personal» pues esa afirmación «minimiza la autoridad inherente de Jesús (…) pues Él es el Señor, independientemente de lo que usted o yo decidamos». Además, Jesús no es «personalizable», es decir, no podemos escoger lo que nos gusta y lo que no. Es Él quien nos desafía y confronta. El capítulo 5 está lleno de grandes verdades que muchas veces soslayamos o ignoramos dándolas por descontadas. Sabemos que Dios es nuestro Padre y nosotros somos sus hijos, y sin embargo, nos preguntamos: «¿Sentimos satisfacción nosotros en el Padre?» Después de todo, nuestra relación con Cristo no se basa sólo en entender intelectualmente que Él es la verdad. «Ser sus discípulos implica afecto emocional hacia Cristo»; «es imposible separar la fe en Cristo de los sentimientos por Él». «El verdadero conocimiento intelectual de Dios implica natural y necesariamente un profundo deseo emocional de Dios». La importancia de sentir afecto y reconocer que Jesús es todo lo que necesitamos tiene impacto en nuestra vida cristiana. Así, «en lugar de tratar de vencer el pecado trabajando duro para cambiar nuestro comportamiento, podemos vencer el pecado confiando en que Cristo cambiará nuestros afectos». Muchas veces nos preguntamos por la voluntad de Dios para nuestra vida. Platt señala, en el capítulo 6 («La voluntad de Dios para su vida»), que la voluntad de Dios siempre ha estado disponible para ser conocida en las Escrituras. Además, plantea que el propósito de la entrega del Espíritu Santo, tanto en el A.T. como en el N.T., fue declarar la voluntad de Dios, es decir, dar a conocer verbalmente esa voluntad. Hoy tenemos las Escrituras y el Espíritu para dar a conocer el evangelio. Más que buscar la voluntad de Dios, debemos anhelar experimentarla en nuestras vidas. ¿Es seguir a Cristo sinónimo de unirse a una iglesia local? En el capítulo 7, Platt responde a esta pregunta con mucha claridad y elocuencia desarrollando algunas analogías que encontramos en la Biblia. Le invito a descubrir por qué «la razón fundamental por la que todo seguidor de Cristo debe ser miembro de una iglesia [es que] todo discípulo de Jesús anhela la gloria de Dios». ¿Qué se le viene a la mente cuando piensa en «la iglesia»? ¿Planes y programas focalizados por grupo etario? El capítulo 8, titulado «Un enfoque de posibilidades», puede impactar su manera de pensar. Platt dice que la obra de Cristo y el carácter de Dios deben convertirse en temas comunes de conversación con todo nuestro entorno: «nuestra vida es demasiado corta como para desperdiciarla con meras conversaciones seculares cuando están en juego las grandes realidades eternas». ¿Para qué nacemos de nuevo? El último capítulo del libro se titula «nacidos para multiplicarnos», y nos dice que «cada cristiano ansía ver pecadores salvados de manera sobrenatural. Todo el que conoce el amor de Cristo anhela multiplicar la vida de Cristo». «Jesús llama a cada uno de sus discípulos a hacer discípulos que hagan discípulos hasta que el evangelio llegue a cada pueblo del mundo», pues «Al seguir a Cristo, él transforma nuestra mente, nuestros deseos, nuestra voluntad, nuestras relaciones y nuestra razón suprema para vivir». Sígueme, es un libro que desarrolla muchas de las consecuencias de esa invitación que hiciera un Rey —Jesús—. Lo invito a descubrir por qué Jesús es el Rey por quien vale la pena morir y perderlo todo, y por quien vale la pena vivir.

Sígueme: un llamado a morir, un llamado a vivir. David Platt. Tyndale House Publishers, 261 páginas.

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RESEÑA: CREER ES TAMBIÉN PENSAR

«La letra mata». Así me replicó una amiga cuando le comenté mi intención y ánimo de estudiar la Biblia más a fondo. Por intuición me pareció que su reacción era incorrecta, pero no pude darle argumentos de fondo que la convencieran de su error. John Stott fue un brillante escritor que podía transmitir en forma comprensible y práctica verdades teológicas profundas. Algunos creerían que era un académico ausente del cálido ambiente cristiano común, pero no: fue el comprometido pastor de la iglesia anglicana All Souls en Londres que, junto a Billy Graham —su amigo de toda la vida—, lideró convenciones mundiales sobre evangelismo y misión. Todos sus libros tienen ese sello de profunda doctrina cristiana y ferviente cuidado pastoral del alma. Su libro Creer es también pensar es una muestra más de esa visión elegante y equilibrada. En él no sólo establece las bases bíblicas de la importancia del uso de la mente, sino que va desde los planteamientos doctrinales (que son importantes) a la práctica de la vida cristiana. Desarrollando las doctrinas de la Creación, la Revelación, la Redención y el Juicio, Stott contesta la pregunta: «¿Por qué usar nuestra mente?» Algunas de sus conclusiones son estremecedoras: «Dios se ha revelado por medio de palabras a mentes. Su revelación es una revelación racional a criaturas racionales. Nos toca recibir su mensaje, aceptarlo, tratar de entenderlo y relacionarlo con el mundo en que vivimos». La relevancia del uso de nuestro intelecto en la vida cristiana práctica también se aborda con un importante énfasis, lo que se demuestra al ocupar el capítulo más extenso del libro. En el capítulo 4, Stott da a conocer 6 áreas de la vida cristiana; a saber: el culto cristiano, la fe, la santidad, la dirección de Dios, la evangelización y el ministerio cristiano, esferas «cada una de las cuales no podría existir sin el empleo adecuado de la mente». Es una bendición tener la convicción de que «Dios nos guiará al conocimiento de su voluntad por medio del empleo de nuestro propio entendimiento, alumbrado por la Escritura, la oración y el consejo de hermanos». «Con todo nuestro ser» —el último capítulo del libro— demuestra mediante las Escrituras que el conocimiento de Dios nos debe llevar a una ferviente y profunda adoración. Nos asombramos, y exclamamos junto a San Pablo: «¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!» (Ro 11:33) Por eso «debemos evitar tanto la teología sin devoción, como la devoción sin teología». Este breve libro es un combustible que inflamará el deseo de conocer y adorar a Dios en forma profunda. El alcance de sus consecuencias será impredecible para un cristiano que desee ver a Dios y postrarse ante Él por lo que es y lo que ha hecho por nosotros.

Creer es también pensar: la importancia de la mente en la vida del cristiano. John Stott. Editorial Certeza Argentina, 80 páginas.

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RESEÑA: ¿POR QUÉ UN ÚNICO CAMINO?
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RESEÑA: ¿POR QUÉ UN ÚNICO CAMINO?

Considerando que la cosmovisión dominante en la sociedad actual es el relativismo moral, este es definitivamente un librito muy pertinente para nuestros días.

Para su autor —John MacArthur—, en el mundo evangélico ha habido un cambio originado en la intención de ser relevantes para la sociedad (la iglesia ha buscado mostrarse más amigable ante el mundo), más la incapacidad que la iglesia ha tenido de reconocer los cambios desde el pensamiento modernista al postmodernista. Y aunque «las cuestiones filosóficas son diferentes (…) la hostilidad del mundo a la verdad de las Escrituras no ha menguado en lo más mínimo». El primer capítulo explica la relación entre la iglesia y la sociedad contemporánea. El autor no deja de ser duro al escribir que «la búsqueda de la aprobación del mundo no es ni más ni menos que simple y llana prostitución espiritual». Por eso, de acuerdo al libro, es necesario comprender que «siempre ha existido y existirá una incompatibilidad fundamental e irreconciliable entre la iglesia y el mundo . . . el cristianismo mismo es, por ende, la antítesis misma de casi todo lo que el mundo admira». Los siguientes 6 capítulos examinan «6 conceptos primordiales que explican el carácter distintivo del cristianismo (…) contradicen por completo la sabiduría del postmodernismo y (…) se cimientan el uno sobre el otro de tal modo que se mantienen o caen juntos». Estos conceptos son: la objetividad (que se relaciona con la Biblia como la fuente de la verdad), la racionalidad (que se relaciona con la inerrancia de las Escrituras), la veracidad (como cimiento de una sana doctrina), la autoridad (tanto de las Escrituras mismas como la autoridad para decir lo que las Escrituras dicen), la incompatibilidad y la integridad. Es un buen libro, que recomiendo con algunas advertencias. La primera: esté dispuesto a encontrarse con fuertes declaraciones. Puede resultar perturbador, por ejemplo, leer que «la iglesia se ha vuelto tan afeminada e impotente estos días que la mayoría de los evangélicos parece creer que esa postura militante contra el error es inapropiada». Vivimos en un tiempo en que la iglesia tiene menos espacios públicos para predicar el evangelio, pero no estoy seguro de si se ha vuelto «afeminada», sea lo que sea que quiera decir el autor. La segunda advertencia es que, pese a que el libro es breve, es intenso en su exposición de las ideas. Es una metralleta de conceptos e ideas, por lo que es recomendable leerlo más de una vez. Y la tercera advertencia apunta más bien a una debilidad del libro, puesto que abarca el tema de la exclusividad de Cristo sólo desde la perspectiva de la verdad y autoridad de las Escrituras; es decir, considerando que el cristianismo afirma tener la verdad, entonces se sigue que es incompatible con el postmodernismo en los 6 conceptos que desarrolla. Por ende, deja fuera muchas otras aristas del mismo tópico, como por ejemplo, el carácter único de las Escrituras. Sin embargo, es un libro necesario y relevante. Es un buen libro; léalo y reléalo.

¿Por qué un único camino? John MacArthur. Editorial Portavoz, 96 páginas.

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RESEÑA: NO HAY CIENTÍFICOS ATEOS
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RESEÑA: NO HAY CIENTÍFICOS ATEOS

Vern Sheridan Poythress es profesor de Nuevo Testamento en el Westminster Theological Seminary. Matemático de profesión (obtuvo su Ph.D. en matemáticas en la Universidad de Harvard) y teólogo (D.Th. de la Universidad de Stellenbosch), es sin duda alguna un intelectual brillante.

En el librito No hay científicos ateos, Poythress describe una interesante paradoja: «Todo científico, incluyendo los agnósticos y los ateos, creen en Dios. Es necesario para hacer su trabajo». ¿Cómo? ¿Los ateos creen en Dios? Sí. Es curioso que muchas veces los cristianos pensemos en Dios como «algo» —más que alguien—; presente sólo cuando hablamos de Cristo. Pero la verdad es que «según la Biblia, Dios está involucrado en las áreas más comunes de la ciencias, las áreas de los eventos predecibles, las áreas que involucran experimentos de prueba repetitiva, y aun las descripciones matemáticas exactas» porque, al final, «los ciclos regulares que los científicos describen realmente son los compromisos que Dios mismo ha hecho». Es el compromiso o promesa de Dios de sostener el universo con el poder de su Palabra, y «las llamadas ‘leyes naturales’ son realmente la ley de Dios, o la Palabra de Dios, descritas imperfectamente o aproximadamente por los investigadores humanos». Así, Poythress desarrolla las características o atributos de las llamadas «leyes científicas». Para nuestro asombro, estas leyes expresan el carácter y atributos de Dios. Son leyes universales, rigen en todo tiempo y lugar, y rigen en la naturaleza, es decir, tienen poder. Lo más sorprendente es que las leyes científicas o naturales son expresión de un ser personal. Aquí el autor menciona cómo todos los científicos (y todas las personas, en última instancia) suponen que las leyes de la naturaleza son racionales, pero dado que la racionalidad es una característica del hombre y no de la naturaleza misma, se entiende que provienen de una mente racional. Lo mismo sucede con el lenguaje. Dado que es posible expresar, explicar y transmitir estas leyes por medio del lenguaje, se infiere que hay una mente racional inteligible detrás de ellas. Pero no se asuste. El librito culmina apelando a cuán práctico es esto en la vida diaria de una persona común. El autor nos da el ejemplo de lo que podríamos llamar «la fe en la regularidad de la tecnología», y de cómo podemos dar testimonio de Cristo a toda persona, teniendo en cuenta que «la providencia de Dios nos afecta . . . por lo tanto, los atributos de la ley científica ofrecen una plataforma para dar testimonio tanto a las personas comunes como a los científicos». ¡Gracias a Dios por este librito!

No hay científicos ateos: los atributos divinos de las leyes naturales. Vern S. Poythress. Editorial CLIR, 52 páginas.

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RESEÑA: CUESTIONES BÁSICAS
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RESEÑA: CUESTIONES BÁSICAS

R.C. Sproul, presentando a D.A. Carson en una entrevista, lo llamó «el mejor académico de Nuevo Testamento del planeta». Quizá eso ya nos diga mucho sobre el autor, pero aun así, es una visión parcial. D.A. Carson es un pastor, y esto es algo que uno nota al leer libros como Cuestiones básicas. Se trata de un libro breve, pero al mismo tiempo profundo y sencillo. Consta de 4 capítulos en los que desarrolla de manera muy clara los 4 capítulos de la carta del Apóstol Pablo a los Filipenses.

Sin embargo, lo más interesante del libro es que, junto con comentar la carta, va desarrollando los elementos básicos del evangelio. Quizá una buena forma de leer este libro sea preguntarse constantemente: «¿Qué significa seguir a Jesús?» En el capítulo 1, Carson escribe que seguir a Jesús significa poner el evangelio en el centro de todo: de nuestras relaciones, oraciones y aspiraciones. Por cierto, esto tiene implicancias radicales para el cristiano. ¿Había pensado que la muerte de Cristo puede ser una prueba de nuestros puntos de vista? Pues Carson expresa esta idea —de manera magistral, por cierto— en el capítulo 2. ¿Qué atributos o valores tenemos en mente cuando imitamos o admiramos a alguien? Es una pregunta curiosa. El capítulo 3 nos da algunas ideas que se pueden contrastar con lo «normal» o «común» de lo que se admira en algún personaje.  El capítulo 4 cierra el libro como un broche de oro. Contiene una serie de reflexiones sobre lo práctico que escribe el Apóstol en el cuarto capítulo de su carta a los Filipenses. Lo más curioso es que, dentro de lo más práctico de la carta, no deja de haber una alusión a nuestra mente, quizá porque el cambio de nuestra forma de vivir comienza con un cambio en nuestra manera de pensar —especialmente frente al pecado—. En efecto, como escribe Carson, «Uno de los mejores remedios contra el pecado es pasar mucho tiempo de meditación en la Escritura, porque es imposible vaciar la basura que tenemos en la mente sin sustituirla por una forma de pensar radicalmente distinta». Este es un excelente libro.

Cuestiones básicas: una exposición de Filipenses. Donald A. Carson. Publicaciones Andamio, 122 páginas.

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RESEÑA: CRISTO, EL INCOMPARABLE 
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RESEÑA: CRISTO, EL INCOMPARABLE 

¡Este libro es un lujo! Creo que no podría existir una mejor combinación en un libro. John Stott es considerado un “gigante de la fe”, uno de los pastores y teólogos más influyentes de nuestro tiempo. Con razón el Arzobispo Emérito de Canterbury George Carey señala que: “…de su pluma han fluido escritos agudos que combinan lo académico con años de un apasionado compromiso de trabajo pastoral y evangelístico de la iglesia”. Y en combinación con su gran autor, el tema de este libro no es otro que la persona más importante en la historia de la humanidad. De hecho, “en cada lugar, en cada generación, dondequiera que el nombre de Jesús sea conocido, la naturaleza radical de su influencia puede ser seguida”. Este es un libro organizado en 4 partes. La primera sección es “El Jesús original”. En ella, Stott demuestra cómo cada libro del Nuevo Testamento entrega una imagen de Cristo, dejando en evidencia su centralidad para el Nuevo Testamento. ¡Es una excelente introducción a dicho testamento! En la segunda gran sección, titulada “El Jesús eclesiástico”, el autor desarrolla algunas de las ideas e imágenes que la Iglesia ha mostrado de Cristo, con errores y aciertos, desde Justino Mártir, pasando por Tomás de Kempis, Martín Lutero y N.T. Wright. “El Jesús influyente” es una sección muy emotiva, y muestra el profundo impacto de Jesús en algunas personas como Francisco de Asís, León Tolstoi, Mahatma Gandhi y otros. En esta sección se logra percibir la elegancia, la claridad y habilidad con la que Dios dotó a Stott para escribir, pues al hablar de la influencia de Cristo en estas personas, lo hace siguiendo cada uno de los eventos registrados en los evangelios, desde el nacimiento de Jesús en un establo, su trabajo de carpintero, el Sermón del Monte, su crucifixión, resurrección y exaltación, hasta su segunda venida y el juicio final. Así, muestra cómo cada uno de estos eventos impacta la vida de tales personas. En la cuarta y última sección, “El Jesús eterno”, Stott desarrolla el mensaje cristocéntrico del libro de Apocalipsis, mostrando así cómo Jesús nos desafía hoy y cómo Él mismo es la clave para entender cada una de las visiones e imágenes de Apocalipsis. Así, en 4 secciones, John Stott desarrolla la profunda e impactante influencia de un hombre llamado Jesús. Un Cristo que impactó su tiempo (pasado), que ha influido con su vida y obra a muchas personas (presente), y nos desafía a entender que Él tiene el control de la historia (futuro). ¡Qué gran libro! Gloria a Dios.

Cristo, el incomparable. John Stott. Editorial Andamio, 305 páginas.


1. Reseña basada en la versión inglesa "The Incomparable Christ" editada por InterVarsity Press. 2. Traducción propia.  
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RESEÑA: DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS
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RESEÑA: DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS

El Credo de los Apóstoles es el más universal de los credos. Es un resumen de la fe cristiana que muchas denominaciones afirman creer oficialmente. Tal es su importancia, que el gran reformador Martín Lutero estimó necesario incluirlo en su Catecismo breve inmediatamente después su exposición de los diez mandamientos (II). Por su parte, los «39 Artículos» (confesión de fe de los anglicanos), también lo incluyó como parte de su doctrina (Art. 8°) ya que «pueden ser demostrados mediante evidencias muy seguras de las Santas Escrituras». Sin embargo, dentro del Credo de los Apóstoles hay una cláusula que genera especial atención. Este afirma que Jesús «descendió a los infiernos». Es una expresión que algunos (como el teólogo bautista Wayne Grudem) abogan por suprimir o sustituir, mientras que otras confesiones, como el Catecismo de Heidelberg (P. 44),  el Catecismo Mayor de Westminster (P. 50) y los 39 Artículos (Art. 3°), reiteran y enseñan, enunciando sus implicancias prácticas y su aporte fundamental e integral a la fe cristiana. Pero, ¿qué significa que Jesús «descendió a los infiernos»? En su libro, Descendió a los Infiernos, el Pastor Daniel R. Hyde explica el significado de esta cláusula. Comienza abordando la historia del Credo de los Apóstoles en general, y de esta cláusula en particular, para luego explicar y rebatir algunas de las interpretaciones que se le han dado a esta expresión, tales como: una segunda oportunidad para aquellos que murieron sin Cristo o la visión de la declaración de victoria, entre otras. Finalmente expone y defiende la visión reformada de la expresión «Descendit ad inferna». Es un libro breve de cinco capítulos, escrito en un lenguaje sencillo y con un enfoque pastoral. El autor no tiene la intención de tratar el tema a nivel académico, aunque tampoco es superficial. Es profundo y sencillo, y culmina enunciando los beneficios prácticos de mantener y confesar que Jesús «descendió a los infiernos», como por ejemplo el saber que «en esta vida no estamos solos en nuestras luchas porque el Hijo de Dios sufrió el infierno por nosotros, como nosotros» (p. 82). Descendió a los Infiernos, –afirma el autor– es vital para entender la obra de nuestro Señor por nosotros en su vida y en su muerte, y para que nos apropiemos de esa obra para nuestro bienestar espiritual. Nos alegramos de poner este libro al servicio del pueblo de Dios, para su edificación, ánimo y consuelo, y para la gloria de Dios.

Descendió a los infiernos: una respuesta a los críticos de hoy, Daniel R. Hyde. Editorial Sabiduría Libros, 106 páginas.

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RESEÑA: EL GRAN PANORAMA DIVINO
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RESEÑA: EL GRAN PANORAMA DIVINO

«¿De qué se trata la Biblia?» y «¿Cómo sé yo que es un libro inspirado por Dios?» son preguntas muy comunes que escuchamos. Por alguna razón, la Biblia ha sido convertida en un libro oscuro, con códigos secretos, y anunciando catástrofes globales y seres de otros mundos. Frente a esto, El gran panorama divino viene para ayudarnos a entender que la Biblia es un libro claro y con un tema y un personaje central. El propósito de este libro es «darle a usted una visión general del argumento de la Biblia», puesto que, si bien «la Biblia contiene una gran variedad de material, escrito por muchos autores humanos durante un largo período de tiempo . . . fundamentalmente, es un solo libro escrito por un solo autor, con un tema principal». En 8 breves capítulos de lectura rápida y amena, usted adquirirá un buen mapa para navegar en el desarrollo del plan de Dios para redimir su creación. Es un libro sencillo, pero no superfluo. Una de las características más importantes de este libro es que logra mostrar cómo todo en la Biblia está relacionado con Cristo. Muchas veces nos vemos confundidos por algunas porciones de las Escrituras. ¿Por qué Dios le pidió a Abraham que sacrificara a su hijo, después le dijo que no lo hiciera y proveyó un cordero en su lugar? ¿Qué relación tiene conmigo ese relato? ¿Cómo debo predicar el evangelio a partir de un texto así? Se sorprenderá al ver cómo un pasaje aparentemente conocido adquiere otra dimensión al ser leído como una sombra de la futura obra de Cristo. ¿Quién es David en su lucha con Goliath? ¿Es David una simple imagen del cristiano enfrentando el mal? Por estas y otras razones, El gran panorama divino es un libro cuyo enfoque debería ser considerado por todo cristiano serio y deseoso de entender la Biblia.

El gran panorama divino: la Biblia de comienzo a fin. Vaughan Roberts. Editorial Torrentes de Vida, 158 páginas.