Pablo Sánchez, estudió Derecho en la Universidad del Desarrollo. Es el Director de Fundación Sabiduría Libros (editorial y librería). Actualmente es miembro de la Iglesia Anglicana de Providencia, está casado con Paulina y vive junto a su hija Matilde y su hijo Mariano, en Santiago de Chile. Puedes encontrarlo en contacto@sabidurialibros.cl
RESEÑA: EL LOTO Y LA CRUZ
El loto y la cruz: Jesús habla con Buda. Ravi Zacharias. Editorial Vida, 94 páginas.
RESEÑA: EL DIOS PRÓDIGO
El Dios pródigo: recuperemos el corazón de la fe cristiana. Timothy Keller. Editorial Vida, 112 páginas.
RESEÑA: SÓLO POR GRACIA
Sólo por gracia: la diferencia entre hazlo y ya está hecho. Ray Galea. Editorial Torrentes de Vida, 121 páginas.
RESEÑA: LA VIDA CRUZCÉNTRICA
La vida cruzcéntrica: lo principal de mantener el Evangelio. C.J. Mahaney. Editorial UNILIT, 103 páginas.
RESEÑA: DIOSES FALSOS
Dioses falsos: las huecas promesas del dinero, el sexo y el poder; y la única esperanza verdadera. Timothy Keller. Editorial Vida, 224 páginas.
RESEÑA: SÍGUEME
Sígueme: un llamado a morir, un llamado a vivir. David Platt. Tyndale House Publishers, 261 páginas.
RESEÑA: CREER ES TAMBIÉN PENSAR
Creer es también pensar: la importancia de la mente en la vida del cristiano. John Stott. Editorial Certeza Argentina, 80 páginas.
RESEÑA: ¿POR QUÉ UN ÚNICO CAMINO?
Considerando que la cosmovisión dominante en la sociedad actual es el relativismo moral, este es definitivamente un librito muy pertinente para nuestros días.
Para su autor —John MacArthur—, en el mundo evangélico ha habido un cambio originado en la intención de ser relevantes para la sociedad (la iglesia ha buscado mostrarse más amigable ante el mundo), más la incapacidad que la iglesia ha tenido de reconocer los cambios desde el pensamiento modernista al postmodernista. Y aunque «las cuestiones filosóficas son diferentes (…) la hostilidad del mundo a la verdad de las Escrituras no ha menguado en lo más mínimo». El primer capítulo explica la relación entre la iglesia y la sociedad contemporánea. El autor no deja de ser duro al escribir que «la búsqueda de la aprobación del mundo no es ni más ni menos que simple y llana prostitución espiritual». Por eso, de acuerdo al libro, es necesario comprender que «siempre ha existido y existirá una incompatibilidad fundamental e irreconciliable entre la iglesia y el mundo . . . el cristianismo mismo es, por ende, la antítesis misma de casi todo lo que el mundo admira». Los siguientes 6 capítulos examinan «6 conceptos primordiales que explican el carácter distintivo del cristianismo (…) contradicen por completo la sabiduría del postmodernismo y (…) se cimientan el uno sobre el otro de tal modo que se mantienen o caen juntos». Estos conceptos son: la objetividad (que se relaciona con la Biblia como la fuente de la verdad), la racionalidad (que se relaciona con la inerrancia de las Escrituras), la veracidad (como cimiento de una sana doctrina), la autoridad (tanto de las Escrituras mismas como la autoridad para decir lo que las Escrituras dicen), la incompatibilidad y la integridad. Es un buen libro, que recomiendo con algunas advertencias. La primera: esté dispuesto a encontrarse con fuertes declaraciones. Puede resultar perturbador, por ejemplo, leer que «la iglesia se ha vuelto tan afeminada e impotente estos días que la mayoría de los evangélicos parece creer que esa postura militante contra el error es inapropiada». Vivimos en un tiempo en que la iglesia tiene menos espacios públicos para predicar el evangelio, pero no estoy seguro de si se ha vuelto «afeminada», sea lo que sea que quiera decir el autor. La segunda advertencia es que, pese a que el libro es breve, es intenso en su exposición de las ideas. Es una metralleta de conceptos e ideas, por lo que es recomendable leerlo más de una vez. Y la tercera advertencia apunta más bien a una debilidad del libro, puesto que abarca el tema de la exclusividad de Cristo sólo desde la perspectiva de la verdad y autoridad de las Escrituras; es decir, considerando que el cristianismo afirma tener la verdad, entonces se sigue que es incompatible con el postmodernismo en los 6 conceptos que desarrolla. Por ende, deja fuera muchas otras aristas del mismo tópico, como por ejemplo, el carácter único de las Escrituras. Sin embargo, es un libro necesario y relevante. Es un buen libro; léalo y reléalo.¿Por qué un único camino? John MacArthur. Editorial Portavoz, 96 páginas.
RESEÑA: NO HAY CIENTÍFICOS ATEOS
Vern Sheridan Poythress es profesor de Nuevo Testamento en el Westminster Theological Seminary. Matemático de profesión (obtuvo su Ph.D. en matemáticas en la Universidad de Harvard) y teólogo (D.Th. de la Universidad de Stellenbosch), es sin duda alguna un intelectual brillante.
En el librito No hay científicos ateos, Poythress describe una interesante paradoja: «Todo científico, incluyendo los agnósticos y los ateos, creen en Dios. Es necesario para hacer su trabajo». ¿Cómo? ¿Los ateos creen en Dios? Sí. Es curioso que muchas veces los cristianos pensemos en Dios como «algo» —más que alguien—; presente sólo cuando hablamos de Cristo. Pero la verdad es que «según la Biblia, Dios está involucrado en las áreas más comunes de la ciencias, las áreas de los eventos predecibles, las áreas que involucran experimentos de prueba repetitiva, y aun las descripciones matemáticas exactas» porque, al final, «los ciclos regulares que los científicos describen realmente son los compromisos que Dios mismo ha hecho». Es el compromiso o promesa de Dios de sostener el universo con el poder de su Palabra, y «las llamadas ‘leyes naturales’ son realmente la ley de Dios, o la Palabra de Dios, descritas imperfectamente o aproximadamente por los investigadores humanos». Así, Poythress desarrolla las características o atributos de las llamadas «leyes científicas». Para nuestro asombro, estas leyes expresan el carácter y atributos de Dios. Son leyes universales, rigen en todo tiempo y lugar, y rigen en la naturaleza, es decir, tienen poder. Lo más sorprendente es que las leyes científicas o naturales son expresión de un ser personal. Aquí el autor menciona cómo todos los científicos (y todas las personas, en última instancia) suponen que las leyes de la naturaleza son racionales, pero dado que la racionalidad es una característica del hombre y no de la naturaleza misma, se entiende que provienen de una mente racional. Lo mismo sucede con el lenguaje. Dado que es posible expresar, explicar y transmitir estas leyes por medio del lenguaje, se infiere que hay una mente racional inteligible detrás de ellas. Pero no se asuste. El librito culmina apelando a cuán práctico es esto en la vida diaria de una persona común. El autor nos da el ejemplo de lo que podríamos llamar «la fe en la regularidad de la tecnología», y de cómo podemos dar testimonio de Cristo a toda persona, teniendo en cuenta que «la providencia de Dios nos afecta . . . por lo tanto, los atributos de la ley científica ofrecen una plataforma para dar testimonio tanto a las personas comunes como a los científicos». ¡Gracias a Dios por este librito!No hay científicos ateos: los atributos divinos de las leyes naturales. Vern S. Poythress. Editorial CLIR, 52 páginas.
RESEÑA: CUESTIONES BÁSICAS
R.C. Sproul, presentando a D.A. Carson en una entrevista, lo llamó «el mejor académico de Nuevo Testamento del planeta». Quizá eso ya nos diga mucho sobre el autor, pero aun así, es una visión parcial. D.A. Carson es un pastor, y esto es algo que uno nota al leer libros como Cuestiones básicas. Se trata de un libro breve, pero al mismo tiempo profundo y sencillo. Consta de 4 capítulos en los que desarrolla de manera muy clara los 4 capítulos de la carta del Apóstol Pablo a los Filipenses.
Sin embargo, lo más interesante del libro es que, junto con comentar la carta, va desarrollando los elementos básicos del evangelio. Quizá una buena forma de leer este libro sea preguntarse constantemente: «¿Qué significa seguir a Jesús?» En el capítulo 1, Carson escribe que seguir a Jesús significa poner el evangelio en el centro de todo: de nuestras relaciones, oraciones y aspiraciones. Por cierto, esto tiene implicancias radicales para el cristiano. ¿Había pensado que la muerte de Cristo puede ser una prueba de nuestros puntos de vista? Pues Carson expresa esta idea —de manera magistral, por cierto— en el capítulo 2. ¿Qué atributos o valores tenemos en mente cuando imitamos o admiramos a alguien? Es una pregunta curiosa. El capítulo 3 nos da algunas ideas que se pueden contrastar con lo «normal» o «común» de lo que se admira en algún personaje. El capítulo 4 cierra el libro como un broche de oro. Contiene una serie de reflexiones sobre lo práctico que escribe el Apóstol en el cuarto capítulo de su carta a los Filipenses. Lo más curioso es que, dentro de lo más práctico de la carta, no deja de haber una alusión a nuestra mente, quizá porque el cambio de nuestra forma de vivir comienza con un cambio en nuestra manera de pensar —especialmente frente al pecado—. En efecto, como escribe Carson, «Uno de los mejores remedios contra el pecado es pasar mucho tiempo de meditación en la Escritura, porque es imposible vaciar la basura que tenemos en la mente sin sustituirla por una forma de pensar radicalmente distinta». Este es un excelente libro.Cuestiones básicas: una exposición de Filipenses. Donald A. Carson. Publicaciones Andamio, 122 páginas.
RESEÑA: CRISTO, EL INCOMPARABLE
Cristo, el incomparable. John Stott. Editorial Andamio, 305 páginas.
1. Reseña basada en la versión inglesa "The Incomparable Christ" editada por InterVarsity Press. 2. Traducción propia.