Quizás te sorprenda saber que la esposa de tu pastor se parece mucho a ti. Ella no es una celebridad o una super cristiana, sino que como tú, desea ser una seguidora fiel del Señor Jesucristo. Eso significa que su prioridad dada por Dios es ministrar a su esposo y a los hijos que Dios le ha dado. Ese es un gran trabajo, como todas las otras mujeres de la iglesia entienden. Como ellas, ella es llamada a edificar su casa (Pr 14:1) y a entregar un oasis alegre para su familia. Ella no tiene el llamado especial de ser esposa de pastor, sino que tiene el llamado que todas las esposas cristianas tienen.

Nunca aspiré a ser «una esposa de pastor», pero sin duda deseé ser la esposa de Doug. Cuando nos casamos, no sabía exactamente adónde iba él, pero sí sabía que yo también quería ir con él. Así que más adelante, cuando él fue llamado a ser pastor, fue obvio que yo fui llamada a ser la esposa de un pastor. En ese tiempo, tenía bastante claro mis tareas de esposa, pero no tenía idea de lo que podría involucrar que yo fuera una esposa de pastor. Pero esto ya sucedió hace cuatro décadas.

¿Cómo debería ser ella?

Así como cada cosecha de vino es única para su propia región, clima, altitud y tierra particular, así también cada comunidad de iglesia tiene una personalidad y una historia única. No se puede evadir el hecho de que el pastor tiene un gran impacto en el sabor de la congregación. El objetivo es que la iglesia tenga el aroma de Cristo (Ef 5:2), que huela y sepa a las alegres noticias del Evangelio (Sal 34:8). La esposa y los hijos del pastor sin duda contribuirán (para bien o para mal) a su impacto general en la iglesia. Nuestros hijos crecieron teniendo un alto concepto del llamado de su papá y también sabían que ellos eran su requisito para el ministerio. Si eran revoltosos y desobedientes, no sería adecuado para ser pastor. ¿Cómo podría liderar una congregación si ni siquiera podía liderar a sus propios hijos (1Ti 3:4-5; Tit 1:6)? Esto los hizo sentir especialmente centrales en su vida y llamado. Ellos no eran dejados de lado mientras papá hacía cosas «importantes». Ellos sabían que eran principalmente «importantes» para él. Y ahora que son adultos, aún disfrutan esta estación. Así también, la esposa de pastor sabe que la salud de su matrimonio es otro aspecto central del requisito para su llamado. Sé que si no lo estoy haciendo bien, mi esposo está cojo. Esto no es algo banal, sino una presión piadosa para andar con fidelidad. Pablo presenta los requisitos para las esposas de los líderes de la iglesia (1Ti 3:11) y creo que los mandamientos a las mujeres mayores en Tito 2:3-5, aunque se está aplicando a todas las mujeres mayores, sin ninguna duda aplica para la esposa del pastor, sin importar su edad. Aunque la esposa del pastor comparte los mismos deberes de esposa como todas las mujeres casadas en su congregación (ver Ef 5:22-24, 33; Col 3:18; 1P 3:1-6), su ministerio para su esposo por supuesto está conectado con su llamado particular como ministro. Una esposa es llamada a ser la ayuda de su esposo (Gn 2:18); debido a su llamado particular, requerirá ayuda particular.

Ayudante en la misión

¿Qué tipo de ayuda especial necesita él? Su esposa tiene una visión de primer plano, para que pueda orar específicamente por sus responsabilidades, tentaciones y desafíos. A veces, ella podría ser llamada a ayudarlo en consejería pastoral. Ella sabe que estas tareas son privilegios que vienen por ser su compañera en la obra y compañera en la batalla (Fil 2:25). Mucho de este servicio se llevará a cabo tras bambalinas, pero parte de él será visible para la congregación. La esposa del pastor no es un clérigo de la iglesia; al contrario, como congregante, ella desea servir a la iglesia como una fiel miembro, junto a otras mujeres de la iglesia. Esto significa que ella quiere participar en ella, pero no necesariamente organizar los eventos sociales de la iglesia. Ella se alegra al ver a otras mujeres usar sus dones y talentos para edificar el cuerpo porque esa es la señal de un cuerpo saludable de la iglesia. La esposa del pastor no es un conducto para que la congregación envíe mensajes, sugerencias o críticas al pastor. Él es su esposo, pero también es su pastor. Ella se beneficia de su enseñanza y de su predicación como los otros miembros de la congregación. Ella no es responsable por las decisiones de su esposo o del consejo de ancianos. Por lo tanto, cuando alguien de la congregación tiene una objeción respecto a una decisión y le dice esto a la esposa del pastor, ella los guiará en la dirección correcta para manifestar su opinión. En otras palabras, ella no es el mesón de reclamos.

Trátala como una hermana

Recuerdo pensar que ser la compañera de obra de mi esposo era definitivamente más atractivo para mí que ser su compañera de batalla. No estaba segura de estar en la línea de fuego. Sin embargo, una esposa de pastor no puede optar a lo que Dios la llama a hacer. Nunca se ha dado la garantía de que confiar en Él y seguirlo a Él sea fácil o cómodo, pero Él ha prometido que nunca nos abandonará. Creo que como esposa de pastor, he tenido tremendas ventajas. Él está disponible para mí para aconsejarme, para enseñarme, para las cientas de preguntas que tendré a lo largo de los años. Él es mi pastor así como también lo es de la congregación, y me beneficio más de su ministerio. ¡Qué alegría y bendición ha sido eso! La esposa del pastor no necesita tu compasión por las dificultades que vienen con su llamado. Cada llamado viene con dificultades. Ella sirve al Señor alegremente en su lugar, e incluso en las pruebas, ella se alegra de que Dios la llame a servir a la iglesia junto con su esposo. Sin embargo, ella sí necesita y aprecia tus oraciones y tu apoyo. Ella disfruta las amistades en la congregación que están centradas en Cristo y no están centradas en su rol o en el rol de su marido. Ella no quiere que la congregación mantenga su distancia con ella o que se sienta intimidada por ella. Ella quiere disfrutar la comunidad y la comunión que tenemos en Cristo. Resulta que la esposa de pastor es tu hermana en Cristo, que lucha por ser fructífera en Él, así como tú también lo haces.

Nancy Wilson © 2019 Desiring God. Publicado originalmente en esta dirección. Usado con permiso.