volver
Photo of Cómo orar por tu pastor durante el confinamiento
Cómo orar por tu pastor durante el confinamiento
Photo of Cómo orar por tu pastor durante el confinamiento

Cómo orar por tu pastor durante el confinamiento

Si oras por tu pastor, como espero que lo hagas, ¿cómo oras por él durante el confinamiento debido al coronavirus? Por supuesto, este confinamiento mundial nos afecta a todos de manera diferente. Vivimos bajo diversas regulaciones en distintos países o incluso en distintos condados dentro de un mismo país. No obstante, existen algunas cosas por las que puedes orar por tu pastor, independiente de sus circunstancias. Toma estas en consideración:

Ora por él para que le confíe su rebaño al Gran Pastor

Cualquier pastor que es bueno en lo que hace se preocupa profundamente por los hombres y las mujeres que están bajo su liderazgo. Él los ama, vela por sus almas (Heb 13:17) y anhela liderarlos a la madurez en Cristo, trabajando con toda la energía que Cristo tan poderosamente obró en él (Col 1:28-29). Por tanto, es profundamente —¡profundamente!— frustrante no poder visitarlos, sostener sus manos, orar con ellos en persona, sentarse con ellos y escuchar sus esperanzas y temores. Oh, sin duda, el omnipresente Zoom significa que podemos hablar y «ver» a la mayoría de ellos, a menos que no puedan manejar la tecnología. Sin embargo, las videollamadas son cansadoras para todas las partes y, en el mejor de los casos, es lo segundo mejor que podríamos hacer. En realidad, no existe sustituto para la proximidad cara a cara, persona a persona. Más importante aún, por lo tanto, es para tu pastor recordar, cuando siente su frustración con intensidad, que él es un subpastor y que el pastorado final actualmente es llevado a cabo por Jesús el Gran Pastor.

Ora para que pueda aguantar bajo la sombra de la muerte

A menudo, los pastores sienten la sombra de la muerte más intensamente que otros. Se sientan con quienes están muriendo, lloran con el afligido, llevan a cabo funerales y después visitan a quienes están en duelo por semanas. Para la mayoría de nosotros, la muerte es una visita ocasional; para el pastor, es un intruso familiar. Por estos días, los funerales son pequeños,  ya que los más cercanos y los más queridos se autoaíslan y no se les permite asistir. Atrás quedaron los grandes funerales, donde quienes sufren se animan y alientan mutuamente mientras lloran juntos. Ora por tu pastor para que más que nunca esté profundamente convencido de que Jesús ofrece vida e inmortalidad a todos los que acuden a Él con fe.

Ora para que tu pastor duerma y tome su día libre

Trabajar desde la casa hace que sea más difícil que nunca poner límites saludables entre los días de trabajo y las noches de sueño. El trabajo está en todas partes. Te grita desde tu portátil, desde tu tablet, desde tu iPhone. Entra a tu habitación. Bajo condiciones normales, pasarías el tiempo afuera o incluso en una cafetería. Ahora no es así. Ora para que tu pastor reciba gracia para apagar su mente y descansar; quizás, literalmente, para que apague sus aparatos electrónicos y descanse.

Ora para que tu pastor reciba gracia para continuar intercediendo

Tu pastor está llamado al ministerio apostólico de la oración y al ministerio de la Palabra (Hch 6:2-4). Orar fiel y determinadamente por aquellos que lidera es una parte integral de su trabajo. Esa oración es demandante y agotadora; requiere lucha. Es lo suficientemente difícil en días normales; es más difícil que nunca en confinamiento. En teoría, podríamos pensar que es algo que se torna fácil, ya que hay más tiempo disponible. Sin embargo, dudo que muchos pastores se sientan de esta manera. Aun si el pastor tiene una esposa que es una compañera leal y fiel en oración (como yo), es difícil también no poder orar en persona con los ancianos y otros. Así que ora para que tu pastor reciba gracia para continuar orando.

Ora para que tu pastor mantenga sus ojos en el final: «Bien, siervo bueno y fiel»

En el Reino Unido, donde vivo, los grandes héroes del día son quienes trabajan en el Sistema Nacional de Salud. Cada tarde de jueves, somos animados a salir a nuestras puertas principales para aplaudir a los doctores y a las enfermeras, a los choferes de ambulancia y al personal del aseo, todos están en la primera línea de la batalla contra el virus. En el informe diario del noticiero, los ministros de gobierno, los consejeros científicos y los oficiales médicos nos informan sus conocimientos. Espero que todos esos hombres y mujeres sepan que son profundamente apreciados, como es debido. En nuestras sociedades seculares, en ningún punto los pastores serían elogiados de esta manera. No nos pedirán que preparemos al mundo para enfrentar la muerte. No nos pedirán que compartamos cómo el Evangelio del Señor Jesús nos da esperanza frente a la muerte o cómo podemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos en estos días. En ningún punto, un presidente o un primer ministro se dirigirá con gratitud y respeto a un pastor para pedirle que hable. Bajo circunstancias normales, los pastores pueden sentir tanto el cariño como el aprecio cuando le predican a su congregación. En estos días, cuando hablan por transmisión en vivo o por una grabación hecha previamente con un micrófono y una cámara, todo esto ya no está. Algunos podrían tomarse la molestia de agradecerle después, pero no es lo mismo. Por lo tanto, ora por tu pastor. Él podría estar sintiéndose poco valorado. Ora para que no sea víctima de la autocompasión y se diga a sí mismo: «¡me gustaría que me aplaudieran!». Ora para que mantenga sus ojos en la única palabra de afirmación que importa finalmente: «bien, siervo bueno y fiel». Ora para que siga con gusto los pasos de su Amo a quien despreciaron, de quien se burlaron y a quien fue menospreciado.
Este recurso fue publicado originalmente en 9Marks.