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Photo of Siete consejos para celebrar la Navidad en familia
Siete consejos para celebrar la Navidad en familia
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Siete consejos para celebrar la Navidad en familia


Este artículo es parte de la serie Siete consejos publicada originalmente en Crossway.

El tiempo más maravilloso

¡Navidad! ¡Es la época más maravillosa del año! ¿Cómo no amarla? Árboles. Luces. Decoraciones. Tarjetas. Fiestas. Familia. Vacaciones. Tradiciones. ¡Regalos! Para entender verdaderamente la Navidad, en realidad para cualquier persona, se necesita una pequeña explicación. En mi vecindario, hay muchas familias que se han mudado a Dallas porque son refugiados. Son personas desplazadas que terminaron en nuestra comunidad porque necesitaban escapar de la persecución o del conflicto en otro lugar. Algunos de nuestros vecinos no solo son nuevos en los Estados Unidos, sino que la Navidad es nueva para ellos también. Muchos de ellos proceden de países donde el cristianismo no solo es poco común, sino que también es ilegal. El simple hecho de colocar un pequeño pesebre en nuestro patio delantero y algunas luces en nuestra casa ha dado lugar a hermosas conversaciones sobre Cristo y su obra. Me gustaría que consideraras abordar esta Navidad un poco más como si tu familia fuera a ver todo por primera vez. Probablemente, ya están familiarizados con ella y tus vecinos probablemente también, pero quiero que consideres que muchos de nosotros, te guste o no, estamos tan acostumbrados a las celebraciones consumistas enfocada en Papá Noel que, una marcada celebración cristiana —una temporada de fiestas verdaderamente centrada en Cristo—, podría ser un gran cambio respecto a lo que ellos esperan. ¡Y sería superior de la mejor manera! Piénsalo. Hay algunas preguntas que te harías si no estuvieras tan familiarizado con la celebración, preguntas con respuestas que tienen implicaciones eternas. ¿Por qué hay un árbol en la sala de estar? ¿Por qué hay luces en el patio? ¿Por qué hay personas tocando puertas para cantarle a extraños? Puede ser que la Navidad no sea nuestra celebración favorita, pero para una familia cristiana es una oportunidad anual y significativa para discipular mientras celebra la encarnación de Cristo. Aquí hay siete consejos para hacerlo bien.
1. Relaciona todo con Jesús
La Navidad es una época de conversaciones fáciles para la familia que está ansiosa por hablar de Jesús y seguirlo juntos. ¿Por qué ponemos luces? Porque Jesús, la luz del mundo, vino a las tinieblas de este mundo. Ahora nos llama la luz del mundo. No ocultamos que seguimos a Jesús. Queremos que sea tan obvio como una cadena de luces en nuestra casa. ¿Por qué damos regalos? Porque la vida de Jesús fue el más grandioso regalo que jamás haya recibido la humanidad. No ha sucedido nada más generoso que eso y ahora la vida eterna es gratuita para aquellos que confían en Él. ¿Qué deberíamos hacer con estas tarjetas de Navidad? Oramos por nuestros familiares y amigos que nos las han enviado. ¿Por qué decoramos con coronas y árboles? Porque las hojas perennes en invierno nos recuerdan la perseverancia en la vida de Cristo. Vivimos para siempre. ¿Por qué nuestra cultura ama a Papá Noel en lugar de a Jesús? Porque nuestros vecinos aman pensar que por su buen comportamiento serán recompensados con lo que quieren, pero nosotros sabemos que lo que es verdaderamente grandioso vino a nosotros sin haberlo ganado. Si fuera nuestra tarea merecer la salvación que necesitábamos, si tuviésemos que ser suficientemente buenos para conseguir el favor de Dios, nadie lo conseguiría porque nadie es perfecto, excepto Cristo. Hay un sin fin de pepitas de verdad que están disponibles para el padre que está listo para discipular. Relaciona cada aspecto de la Navidad con Cristo. Las oportunidades están a tu alrededor.
2. ¡Comienza cuatro semanas antes!
Los cristianos tienen toda una temporada previa a la Navidad llamada Adviento. Puede que hayas crecido en una iglesia que practicaba esto, pero si no es así, el Adviento es una gran oportunidad para guiar a tu familia a considerar la espera de la humanidad por el nacimiento de Cristo. También es una gran época para enseñar cómo ahora esperamos que Cristo regrese. Hay muchos recursos de Adviento disponibles. Hay calendarios, devocionales y varios libros de cuentos con la temática del Adviento, todos diseñados para ayudar a tu familia a considerar lo que significa esperar en el Señor y estar listos para su segunda venida.
3. Hazlo memorable
Al dar regalos, si realmente lo que vale es la intención, entonces sé intencional. Dedicar un poco de tiempo para ser creativo puede volver una festividad que, de otro modo pasaría desapercibida, en una máquina de hacer recuerdos. Los regalos pueden ser maravillosos. Pueden traer gozo. Pero ¿cuán rápido la mayoría de nosotros olvidamos lo que recibió? Tal vez este año puedes considerar qué tipo de experiencias compartidas en familia quieres diseñar en lugar de que tipo de cosas quieres obtener o regalar. A la larga, una aventura compartida puede ser mejor para tu familia que el gozo momentáneo de abrir una sorpresa. ¿Qué es lo que realmente trae gozo a tu familia? ¿Qué es lo que cada individuo ama? ¿Cómo puedes usar tus palabras y tus habilidades para planear algo que los deleite para crear una experiencia navideña que nunca olvidarán? Podría ser una festividad de la que contarán historias en los años venideros. ¿Qué juego podrían jugar? ¿Qué aventura podrían emprender? ¿Qué lugar sería especial para ustedes? Considera cómo puedes sorprender y servir a tu familia con solo un poco de planificación para hacer especial esta Navidad.
4. Confronta el consumismo
No hagas que la Navidad se trate de recibir regalos. Vale la pena repetirlo, ¡no dejes que la Navidad en tu casa se trate de recibir regalos! Si ir de compras es la prioridad y «recibir» es el objetivo, entonces perderás la oportunidad de hacer lo que Cristo entrenó a sus discípulos para hacer. Sé contracultural de la manera más generosa y piadosa. La encarnación debería ser el centro de lo que estamos haciendo. Dios no envió a su Hijo para que nosotros tuviéramos una excusa para hacer una lista de las cosas que queremos. Jesús no nació en pobreza como parte de un pueblo de personas rechazadas y oprimidas para que nosotros tuviéramos una razón para celebrar nuestra falta de pobreza. Tal vez este año consideres lo que podrías decir o escribir a alguien en tu familia como regalo. ¿Qué estás orando por tu familia y cómo podrías compartir esa visión con ellos? ¿Cómo puedes evitar que lo que está bajo el árbol se vuelva el espectáculo? La identidad de tu familia no está en ser consumidores, está en ser seguidores comprometidos de Cristo. Considera lo que puedes transmitir y entregar como un rito de iniciación o una nueva responsabilidad en lugar de un juguete o un videojuego, cuyo único propósito es entretener. Ayuda a mover esa pelota a través del campo de juego en tu liderazgo espiritual esta Navidad, en lugar de hacer que las cosas frívolas sean el centro de atención.
5. Recuerda a las personas olvidadas
A veces, en las festividades, nuestra familia lleva regalos a las personas que están trabajando para servir y, por ende, están lejos de sus familias. Hemos llevado cenas al hospital para entregar a las enfermeras y brownies a nuestra estación policial local para agradecerles por su sacrificio al servir a nuestra familia. También buscamos a miembros de nuestra iglesia que no tienen a sus familias cerca y nos aseguramos que ellos sepan que son bienvenidos a unirse a nuestra familia durante una parte de nuestro festejo de Navidad. Probablemente, te sorprenderías por cuántos de nuestros vecinos no tienen planes para las festividades. Piensa especialmente en aquellos adultos mayores que están solos en tu comunidad. Mi familia ha salido a cantar villancicos cuarto por cuarto en el centro local de vida asistida. Muchos hogares locales para ancianos ofrecen oportunidades para que los visiten voluntarios, para jugar juegos o para ayudar a servir a los residentes y a los empleados de otras maneras.
6. Olvida los rencores
La Navidad es un buen momento para trabajar en la reconciliación con los miembros de la familia. Ya sea que se trate de un tiempo de arrepentimiento necesario con tu familia inmediata o de una conversación con familiares lejanos con quienes has tenido un conflicto, la Navidad es un momento perfecto para dar el regalo del perdón o para recibirlo tú también. Cada familia tiene su propia marca única de disfunción. Permite que un tiempo de enfoque en Cristo sea cuando demuestres que queremos que nuestras transgresiones sean perdonadas así como perdonamos a los que nos transgreden.
7. ¡Lee, comparte, canta y ora!
En el hogar en el que crecí, siempre leíamos Lucas capítulo 2 antes de orar y abrir los regalos. Si bien espero que leer la Escritura, cantar y orar sean parte del ritmo regular de tu familia, las festividades son una ocasión especial para el discipulado familiar. No tienes que preparar la sala de estar con una escena de un pesebre viviente, con cabras y camellos encerrados en la cocina, pero puedes pensar en maneras fáciles para hacer de esto una versión especial de la vida habitual de devoción familiar. Considera cantar un himno navideño juntos o hacerle a alguien una pregunta teológica más profunda de lo habitual. Nos hemos encontrado con algunos de nuestros vecinos yendo puerta a puerta y cantando villancicos juntos. Es una dulce tradición cristiana y no es muy difícil. Como la mayoría de estos consejos, solo se necesita un poquito más de intencionalidad para hacer de la Navidad una época memorable y centrada en Cristo. Es la intención lo que hace la diferencia. ¡Honra a Dios con tus esfuerzos!

Adam Griffin es coautor con Matt Chandler de Family Discipleship: Leading Your Home through Time, Moments, and Milestones [Discipulado familiar: guiando a tu familia a través del tiempo, de momentos y de hitos].

Este artículo fue publicado originalmente en inglés y traducido con el permiso de Crossway.