Este artículo es parte de la serie ¡Ayuda! publicada originalmente en Crossway.
Preocupación universal
Seamos honestos. Todos estamos preocupados, ¿no? Algunos de nosotros estamos preocupados por contagiarnos de la COVID-19 o por propagarlo. Algunos de nosotros estamos preocupados por el impacto de las leyes de emergencia sobre nuestras libertades civiles. Algunos de nosotros estamos preocupados por la economía y el impacto sobre nuestros trabajos, nuestros hogares, nuestra educación y nuestra familia. Algunos de nosotros estamos preocupados de que otras personas estén tan preocupadas. La preocupación nos acosa y nos atormenta en varios momentos del día y de la noche y, a veces, todo el día y toda la noche.
Nuestros pensamientos giran en torno a las mismas cosas una y otra vez, imaginando cada vez peores y peores desenlaces y resultados. Nuestras mentes se vuelven fábricas de «y si», representando innumerables escenarios. Y si esto… y si lo otro… y si lo siguiente… y así sucesivamente.
Esto da comienzo a lo que se conoce como el ciclo «preocupación > ansiedad > estrés». La preocupación comienza en nuestros pensamientos, pero estos pensamientos de preocupación luego producen sentimientos de ansiedad. Nos sentimos temerosos, sin esperanza, condenados. Pero no termina ahí. Los pensamientos de preocupación producen sentimientos de ansiedad que luego producen cuerpos estresados. Sentimos dolor en nuestros cuerpos, nos falta el aire, nos duele la cabeza, no podemos comer, no podemos dormir. Esto es bastante preocupante, así que ahí empieza el ciclo «preocupación > ansiedad > estrés» otra vez.
La buena noticia es que Dios sabía que este día llegaría y ha provisto consejo para que nosotros podamos frenar la preocupación desde su origen. Y si podemos detener la preocupación desde su origen, podemos detener la ansiedad y el estrés resultantes y vivir vidas más pacíficas y gozosas, incluso en medio de tiempos y eventos preocupantes.
Pero antes de mirar el consejo de Dios en Mateo 6:25-34, quiero hacer una importante distinción para que así no malinterpretemos el pasaje. Hay una diferencia entre preocupación/ansiedad/estrés cuando es un problema espiritual y preocupación/ansiedad/estrés cuando es un problema físico o biológico. Si es un problema espiritual, necesitamos el consejo de Dios. Si es un problema físico, puede que también necesitemos consejo médico. Con esta distinción en cuenta, descubramos el consejo de Dios para los preocupados. Él empieza nuestra sesión de consejería invitándonos a salir.
Jesús aconseja con la creación
La preocupación mira las cosas equivocadas. En los días de Jesús, la preocupación estaba enfocada en qué comer, qué tomar y qué vestir. Hoy, la preocupación está enfocada en las noticias, en el estado de nuestra cuenta bancaria, en nuestra casa, en nuestra educación, etc. Con razón estamos preocupados. No obstante, Jesús ofrece una visión diferente. Nos lleva hacia afuera, a la creación, y nos dice: «miren las aves y las flores».
Miren las aves (Mateo 6:26)
«Miren las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No son ustedes de mucho más valor que ellas?». Las aves no planifican, no almacenan para el futuro ni hacen proyecciones, sin embargo, tienen suficiente comida. Si Dios cuida de las aves del cielo, ¿no va a cuidar también de los herederos del cielo? ¡Aquí tienes terapia aviaria!
Observen las flores (Mateo 6:28-29)
Luego nos hace volver la mirada de los cielos a los campos, y dice, «Y por la ropa, ¿por qué se preocupan? Observen cómo crecen los lirios del campo; no trabajan, ni hilan. Pero les digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos».
No todos necesitamos comprar binoculares o comenzar a observar aves o comprar una vasija para empezar clases con el fin de aprender a hacer arreglos florales. Estos son solo ejemplos de la creación. Este pasaje nos anima a salir a la creación de Dios, a detenernos, a observar y a pensar sobre esto. Sumérgete en el panorama, deléitate con los sonidos, absorbe los aromas, degusta los sabores, siente el toque. Usa el mundo físico para ministrar a tu mundo espiritual. Hay algo sobre la creación de Dios que produce paz e induce alabanza (Sal 8). El pánico ve al mundo sin Dios; la paz ve al mundo lleno de Dios.
Puede que estés pensando: «las vistas de la creación son geniales, pero tengo muchas preguntas». Dios responde nuestras preguntas haciéndonos preguntas.
Jesús aconseja con preguntas
Cuando nos preocupamos, nos hacemos muchas preguntas a nosotros mismos, a otros e incluso a Dios. «¿Tendré un trabajo? ¿Son seguras las vacunas? ¿Qué pasará con mi negocio?». Estas preguntas solo pueden multiplicar nuestra preocupación, especialmente porque nosotros no sabemos, y no podemos saber, las respuestas en este momento. Es por eso que Dios viene a nosotros con un conjunto alternativo de preguntas, preguntas que ministran paz en lugar de preocupación. Veamos estas cinco preguntas de Dios y cómo deberíamos responderlas.
Escritura | La pregunta de Dios | Nuestra respuesta |
¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa? (Mt 6:25). | ¿Cuán equilibrado eres? | Confieso que a veces valoro más el sustento de la vida que la vida misma. Tal vez no pueda comprar ropa de última moda o renovar mi vestuario, pero por lo menos tengo vida y un cuerpo que vestir. |
¿No son ustedes de mucho más valor que ellas? (Mt 6:26). | ¿Cuán valioso eres? | Las aves obviamente le importan mucho a Dios. Me mueve a alimentarlas. Él moverá a otros para que me ayuden, porque yo soy mucho más valioso para Él que las aves. |
¿Quién de ustedes, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida? (Mt 6:27). | ¿Cuán poderoso eres? | Hay muchas cosas que puedo hacer, pero hay muchas cosas que no puedo hacer. Y una de las cosas que no puedo hacer con preocuparme es agregar un centímetro a mi altura, un día a mi vida, o un peso a mi cuenta bancaria. No tengo poder para hacer eso. |
Y si Dios así viste la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¿no hará Él mucho más por ustedes, hombres de poca fe? (Mt 6:30). | ¿Cuán importante eres? | Si Dios viste pequeños pedazos de hierba, Él va a vestirme a mí también. Soy mucho más importante para Él que las briznas de la hierba. Si pone semejante belleza en la hierba, me pondrá ropa ordinaria. |
Por tanto, no se preocupen, diciendo: «¿Qué comeremos?» o «¿qué beberemos?» o «¿con qué nos vestiremos?». Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que el Padre celestial sabe que ustedes necesitan todas estas cosas (Mt 6:31–32). | ¿Cuán pagano eres? | ¿Cuán diferente soy a los no creyentes en esta situación? No solo estoy perdiendo mi paz, estoy perdiendo mi testimonio. |
A veces, las mejores respuestas a nuestras preguntas son las preguntas de Dios. El pánico le hace preguntas a Dios, la paz escucha las preguntas de Dios.
Ahora, probablemente estés pensando: «gracias por las preguntas, pero también necesito algunas respuestas». Es por eso que Dios nos lleva a dos verdades que van a responder muchas de nuestras preguntas.
Jesús aconseja con control
Los políticos, los científicos, los doctores, los medios de comunicación están todos tratando de capturar nuestra atención y comunicarnos su control y entendimiento sobre la situación. Pero así también lo hace Dios y lo hace trayéndonos dos verdades sobre sí mismo.
«Yo soy tu Padre».
[…] el Padre celestial sabe que ustedes necesitan todas estas cosas (Mateo 6:32).
Dios está diciendo: «yo soy tu padre celestial. Yo te di la vida y cuido tu vida. Conozco tu nombre, tus circunstancias, y tus necesidades. No eres un voto o una estadística. Eres mi hijo. Te amo. Estoy contigo. Nunca te voy a abandonar. Siempre voy a escucharte, me compadeceré de ti y buscaré tu bien». Esta es una respuesta corta a una tonelada de preguntas, ¿no es así?: «yo soy tu Padre».
«Yo soy tu Rey».
[…] busquen primero su reino (Mateo 6:33).
Dios está diciendo: «yo estoy en control. Yo reino sobre la COVID-19. Yo sé donde se encuentra cada átomo del virus. Yo estoy en control. Yo estoy en medio de toda esta situación y estoy desarrollándola de acuerdo a mi plan perfecto». Esta es otra respuesta en tres palabras para responder millones de preguntas: «yo soy tu Rey».
Anteriormente vimos cómo Dios dirige nuestra atención a imágenes naturales, imágenes de la naturaleza como las aves y la hierba. Aquí nos dirige a imágenes sobrenaturales, imágenes de Dios como Padre y Rey. Estas son metáforas profundas que podemos explorar en nuestras mentes. En la Biblia hay una abundancia de este tipo de imágenes sobrenaturales: Dios es nuestro pastor, nuestra fortaleza, nuestra roca, nuestro escudo, nuestra torre, nuestra luz, nuestra viña y sigue. Que la adoración te guíe a dejar la preocupación. Deja que la preocupación te lleve a adorar a Dios y que la adoración te guíe a dejar la preocupación. El pánico confía en el control humano, la paz confía en el control de Dios.
Estas son verdades útiles e imágenes de verdades. Pero ¿qué hago ahora?
Jesús aconseja con prioridades
El pánico establece las prioridades incorrectas. En momentos de preocupación, nos enfocamos en nuestros pequeños reinos. Pero Dios llega y dice: «estas son tus prioridades ahora».
Prioriza el reino de Dios
Pero busquen primero su reino y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas (Mateo 6:33).
Hay una gran promesa adjunta a esto: «todas estas cosas les serán añadidas». Estas «cosas» son las necesidades de la vida. Dios está diciendo básicamente: «si tú te ocupas de mis intereses, yo me ocuparé de los tuyos». El interés por el Reino es el remedio para la preocupación por el dinero.
Prioriza hoy
Por tanto, no se preocupen por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástenle a cada día sus propios problemas (Mateo 6:34).
En lugar de pensar más en el mañana, piensa más en el hoy. Ya hay suficientes problemas hoy como para tener en cuenta los problemas de mañana. La lista de quehaceres del diablo empieza con tu reino y el mañana, pero la lista de quehaceres de Dios empieza con su Reino y el hoy.
Cuando te sientas ansioso por todo, mira la creación de Dios, escucha las preguntas de Dios, descansa en el cuidadoso control de Dios y sigue las prioridades de Dios para obtener paz en lugar de preocupación.
David Murray es el autor de Why Am I Feeling Like This?: A Teen’s Guide to Freedom from Anxiety and Depression [¿Porqué estoy sintiéndome así?: una guía para el adolescente para ser libre de la ansiedad y la depresión].